Absolutamente normal el campo vendió más soja y en abril habrían ingresado unos US$2300 millones
Pese a un dólar en descenso, en medio de la cosecha los productores comercializaron 4 millones de toneladas, un 17% más que igual mes del año pasado

Con una clara reactivación en las últimas semanas y ante un mayo que se perfila con más dinámico, abril pasado mostró un cambio significativo en la dinámica de comercialización de granos en la Argentina. Tras un comienzo cauteloso, dominado por la incertidumbre económica, el mercado se reactivó con fuerza en la segunda mitad del mes, impulsado por medidas económicas clave y mejores condiciones climáticas para la cosecha. Fue así que pese a un dólar en descenso y la advertencia del Gobierno de que las retenciones volverán a su anterior nivel a fin de junio próximo, el productor decidió acelerar sus ventas.
Fuentes del sector afirmaron que la liquidación de divisas de abril último por exportaciones de granos y derivados rondará entre los US$2200 y US$2300 millones, alrededor de un 20% más que el mismo periodo de 2024, cuando las ventas alcanzaron los US$1909 millones. Es un dato positivo para el Gobierno que necesita sumar más dólares, al margen del acuerdo con el FMI.
“La primera quincena de abril fue muy cautelosa, porque se estaba esperando ver la definición respecto de qué iba a pasar con el FMI y las medidas económicas del Gobierno. Pero luego hubo una aceleración muy fuerte a partir de la segunda quincena, que tuvo la contra del fin de semana largo, pero aun así se vieron ocho días prácticamente normales con un crecimiento muy fuerte de los negocios con soja”, explicó Javier Preciado Patiño, ingeniero agrónomo y analista de RIA Consultores.
Más camiones, más negocios. El repunte fue evidente en los registros de camiones: en abril ingresaron 78.644, un 35% más que los 58.356 del mismo mes del año anterior, según datos que miden las cargas a primera hora del día. “Es clara la levantada después del 11 de abril, cuando se anuncian las nuevas medidas post acuerdo con el FMI”, remarcó Preciado Patiño. Para destacar, las ventas primarias alcanzaron casi 4 millones de toneladas, un 17% más que el mismo período del año pasado.
En ese marco se destacó el dinamismo en las ventas de soja. “Estamos en 300.000 a 400.000 toneladas diarias de soja. Si se mantiene este ritmo, deberíamos ver un mayo muy activo en exportación”, aseguró.
Futuro más activo para la soja
Según el consultor, durante abril pasado se operaron, en tanto, 2,84 millones de toneladas de soja para la posición mayo en el mercado de futuros (A3), el doble que en 2024.
“El comportamiento del productor es absolutamente normal. No hay hoy un proceso de no liquidación ni de retención. Está mandando a puerto para que lo procesen o lo exporten, sobre todo la soja”, destacó el analista.
En cuanto a la cosecha, los rendimientos mejoraron. “Hay un consultor brasileño, Cordonier, que mejoró marginalmente la producción de soja en la Argentina, lo que indica que se están viendo rindes buenos, más allá de lugares puntuales muy afectados como Chaco”, señaló.
Récord en maíz
El maíz tuvo una performance destacada: en abril pasado se embarcaron 4,6 millones de toneladas, el volumen más alto en siete años. “El maíz anduvo muy bien en abril, creo que es récord incluso”, comentó Preciado Patiño.
En esa línea, Lorena D’Angelo, analista de mercados de AZ-Group, aportó su visión y recordó que la comercialización de los granos gruesos viene atrasada respecto de campañas anteriores porque el clima no permitió avanzar rápido. Ahora, con la ventana climática favorable, la cosecha avanza fuerte y “los productores están mandando mercadería a los puertos para evitar costos de almacenaje”.
Según D’Angelo, la situación en las terminales portuarias también impacta en los valores. “Hoy las terminales están prácticamente llenas, con limitaciones para otorgar cupos, y eso genera una presión importante en las cotizaciones”, explicó. Además, detalló que “de un camión de maíz entran cuatro de soja a las fábricas, lo que presiona sobre el precio de la oleaginosa”, dijo a LA NACION.
Este contexto cambió la modalidad de comercialización: “Hoy se está vendiendo con precio hecho, a diferencia de otros años donde el productor entregaba con condiciones a fijar. El exportador ya no ofrece esas condiciones abiertas y paga menos si no se entrega ya”, indicó.
Otro factor que motiva ventas es la posibilidad de que a partir del 1º de julio vuelvan a subir los derechos de exportación. “Ese rumor está corriendo fuerte. Si se confirma, la soja podría bajar entre 25 y 28 dólares, por lo cual el productor se asusta y vende más”, advirtió D’Angelo.
En cambio, el maíz muestra otro comportamiento: “El productor avanzó con la soja y dejó el maíz en los campos. Hoy hay una relación 4 a 1 en ingresos a puerto, mientras los exportadores están muy activos por la llegada de barcos”.
Proyecciones
La incógnita hacia adelante es si este nivel de ventas podrá mantenerse. “La actividad de abril fue igual o mayor a la de 2024, a pesar de que la primera quincena estuvo signada por la incertidumbre. Las nuevas medidas económicas y el fin del dólar blend impactaron positivamente en la actitud del productor”, evaluó Preciado Patiño.
La dinámica externa también entra en el radar del productor. “Si Estados Unidos siembra menos soja y China reactiva su economía, la demanda puede aumentar. Y si sigue la guerra comercial, los beneficiados serán Brasil y Argentina”, indicó D’Angelo.
Por eso, aseguró que la soja se mantiene como refugio de valor: “Lo que no se vende ahora se va a vender por necesidad, pero también hay expectativa de que el Gobierno vuelva a tomar medidas como la baja de retenciones”.
Para David Miazzo, economista y director de la consultora DATA Miazzo, mientras menor sea el tipo de cambio, porque mayor es la presión vendedora del agro, menor va a ser el ritmo de comercialización. Indicó que entre la baja del precio en dólares, sumado a una posible y eventual baja del tipo de cambio por debajo de los $1100, va a llevar los valores en pesos de la soja muy abajo.
“Ese precio en pesos no constituye un claro incentivo al productor a apurarse a vender. Si bien va a haber comercialización porque estamos en plena campaña y la estacionalidad acompaña, con estos valores el ritmo va a ser lento. De hecho, si hoy se puede fijar soja noviembre entre 380.000 y 384.000 pesos, ¿por qué se va a apurar a vender en menos de 300.000?”, reflexionó.
“Eso no necesariamente malo porque hará que se posterguen parte de esas ventas y va a generar ofertas en septiembre y octubre, que de lo contrario serán meses flacos en términos de estacionalidad y probablemente volátiles en un contexto de elecciones”, cerró.
Finalmente, D’Angelo dio un dato clave donde, tanto la soja de primera como la de segunda están dando mejores resultados de lo esperado en rendimientos. Es así que cuando el productor se encuentra con mayor rinde, aprovecha a vender los excedentes, lo que explica el aluvión de negocios que impactó en el precio, que pasó de 300 a 250 dólares en pocos días.
Fuente: Diario La Nación