Desde Brasil un laboratorio espera una autorización para importar millones de vacunas contra la aftosa y las venderá a US$0,60
Se trata de la empresa argentina Tecnovax, que solicitó al Senasa el ingreso de producción del vecino país; el valor mencionado es la mitad de lo que hoy pagan los ganaderos

En un movimiento que podría cambiar radicalmente el mercado de vacunas contra la fiebre aftosa en la Argentina, el laboratorio nacional Tecnovax pidió al Senasa la aprobación para importar millones de dosis desde Brasil y venderlas en el país a US$0,60, es decir, la mitad del precio que hoy pagan los productores. Apunta a la próxima campaña de vacunación, en septiembre.
El pedido se enmarca en la reciente Resolución 333/2025 del organismo sanitario, que flexibilizó el procedimiento para autorizar productos veterinarios provenientes de determinados países, en línea con una política de mayor apertura y competencia.
“La semana pasada hubo hechos trascendentales en la sanidad animal para la Argentina. El Senasa tomó una decisión drástica: reguló todos los productos veterinarios bajo un nuevo régimen de aprobación rápida, lo que genera un bypass a toda la regulación vigente hasta la fecha”, explicó Diego La Torre, CEO de Tecnovax.
En rueda de prensa, el empresario aseguró que esta normativa allana el camino para que el laboratorio pueda participar en la próxima campaña de vacunación antiaftosa, que comenzará en septiembre próximo. “Solicitamos ayer mismo la aprobación dentro del plazo perentorio de 30 días para poder registrar nuestra vacuna y competir en el mercado”, detalló.
Según contó, Tecnovax se asoció con un laboratorio brasileño que cuenta con una de las plantas de producción más grandes del mundo, que cumple con normas internacionales de calidad y que ha sido clave en la erradicación de la aftosa en Brasil. “Ese mismo producto fue el proveedor oficial de todos los países de la región que vacunan contra la fiebre aftosa”, añadió.
En cuanto al precio, La Torre fue contundente: “La decisión que tomamos es vender la vacuna a 60 centavos de dólar. Hoy se está vendiendo a US$1,20. Nosotros vamos a estar comercializándola a mitad de precio”.
El empresario criticó el funcionamiento del sistema vigente durante los últimos años: “Hay compañías que usufructuaron precios extraordinarios abusándose del productor, que trabaja bajo el sol, la lluvia y las inclemencias climáticas. Descubrimos que era el proceso regulatorio el que impedía la competencia”.
Dosis
Según adelantó, Tecnovax ya tiene preparadas millones de dosis para importar: “Inicialmente íbamos a traer cinco millones, pero dadas las demoras inexplicables, ahora apuntamos a traer una cantidad mucho mayor”.
La compañía, que lidera el mercado de vacunas no obligatorias en la Argentina desde 2014, asegura que tiene el 40% de participación en ese segmento. “Aspiramos a tener una presencia proporcional en el mercado de aftosa. Queremos dejar de ser rehenes de un monopolio y que los productores puedan elegir”, enfatizó.
El precio ofrecido no incluye la aplicación, que depende de cada región. “El costo operativo es muy variable y lo definen los productores con sus asociaciones. Tecnovax se compromete a vender la dosis a 60 centavos, el resto lo resuelve el sistema de vacunación regional”, explicó.
La Torre subrayó que un respaldo de la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia avaló el reclamo del sector. “No fueron palabras vacías. Emitieron un dictamen muy duro que describió el abuso sufrido por los productores argentinos durante dos décadas”, afirmó. Ese dictamen fue anticipado la semana pasada en LA NACION.
“Esta es una buena noticia para los productores: a partir de ahora, van a poder elegir qué vacuna aplicar. No más imposiciones ni precios inflados. Es un cambio de paradigma”, señaló.
En referencia a recientes declaraciones de Carlos Milicevic, exvicepresidente del Senasa que criticó la desregulación para importar vacunas veterinarias y habló de que la decisión se tomó “en el momento de mayor inestabilidad sanitaria en el mundo”, La Torre enfatizó: “Algunos de los que opinan, como Milicevic, ni siquiera me consta que sean veterinarios. Fue parte de las relaciones carnales entre reguladores y un laboratorio privado que mantuvo un convenio público-privado con el Senasa por 20 años. Eso dejó de rodillas a un organismo tan importante para la salud animal”.
Aseguró que esa situación generó un contexto de falta de competencia y precios elevados que perjudicaron tanto a los ganaderos como a otros laboratorios. “Fue un esquema que enriqueció a unos pocos con la complicidad de funcionarios públicos. Sería bueno que algunos den explicaciones en la Oficina Anticorrupción”, disparó.
Fuente: Diario La Nación