Cae China. se perdieron US$140,2 millones por un desplome de las exportaciones de carne al principal comprador de la Argentina
En el primer cuatrimestre del año hubo mermas de hasta el 45% en volumen a ese mercado, lo que impactó en el negocio general y en la entrada de divisas; Brasil estuvo más competitivo y creció un 3%

Golpeadas por la caída de ventas al principal cliente global, China, las exportaciones argentinas de carne vacuna retrocedieron un 24,5% en volumen durante el primer cuatrimestre del año, según datos de los frigoríficos exportadores. Entre enero y abril pasado, el país vendió al exterior 195.700 toneladas de carne bovina refrigerada y congelada, unas 63.000 toneladas menos que en el mismo período de 2024. En dólares la retracción fue más suave, pero no menos preocupante: la facturación bajó un 1,3%, al pasar de US$977 millones a US$964,4 millones.
El cimbronazo más fuerte vino desde China, el principal comprador, donde las ventas de carne deshuesada cayeron un 45%, de 140.700 a 77.700 toneladas. Esa baja implicó una pérdida de US$140,2 millones para la cadena exportadora argentina. Se pasó de los US$472,7 millones del primer cuatrimestre de 2024 a US$332,5 millones en los primeros cuatro meses de 2025.
Según los especialistas, el motivo principal del derrumbe fue que el gigante asiático incrementó sus compras a Brasil debido a una combinación de precios más bajos, menores impuestos y una percepción de una mejora en la calidad del producto. Mientras tanto, la Argentina enfrenta costos internos elevados y un tipo de cambio que reduce su competitividad frente a otros proveedores.
“Como China representa cerca del 70% de nuestras exportaciones, cualquier caída ahí se traduce en una caída promedio en todo el volumen. Pero no es que cae todo, cae China”, explicó Miguel Jairala, asesor económico y de mercados del Consorcio ABC, que agrupa a los principales frigoríficos exportadores. Agregó: “China decidió abastecerse más con Brasil y, en menor medida, con Argentina y Uruguay por una cuestión de precio más competitivo".
La pérdida de competitividad, detalló, responde a una combinación de factores: el novillo argentino ronda los US$5 el kilo [en gancho], mientras que en Brasil se ubica entre US$3,50 y US$3,60. A eso se suman los derechos de exportación, aún vigentes en la Argentina, con un 6,5% para esa categoría de ganado.
“El problema con China es que la exportación ahí es prácticamente un commodity. Se compite por precio. Si mirás el índice de tipo de cambio real multilateral del Banco Central, está un 15% abajo respecto a hace un año. Eso significa 15% menos de competitividad cambiaria para las exportaciones argentinas”, advirtió el ejecutivo.
Brasil ofrece un combo más tentador para los importadores chinos: costos más bajos en materia prima, salarios, energía y logística, y un producto más competitivo. Mientras las importaciones chinas desde Brasil crecieron entre 2 y 3% [387.000 toneladas entre enero y abril último], las de Argentina se desplomaron un 45%. Uruguay también sufrió, pero con una baja menor, de casi el 20%. “La Argentina es el país que más cayó”, señaló Jairala.
El retroceso argentino se dio, además, en un contexto de caída de precios en el mercado chino. En abril de 2025 el precio medio de la carne deshuesada enviada a China se ubicó en US$4418 por tonelada, un descenso sostenido desde el máximo de US$5900 registrado en mayo de 2022.
Más allá de China, abril último en particular cerró con un leve repunte mensual para todo el negocio. Se exportaron 52.100 toneladas por US$264,1 millones, un 17,1% más en volumen y 24,7% más en facturación que en marzo. Sin embargo, frente a abril de 2024 el volumen fue 13,8% menor, aunque el valor fue 16,8% superior por efecto de precios.
No obstante, para el caso de China el problema es que el panorama no ofrece señales de mejora a corto plazo. "China va a seguir complicado. Además, está la amenaza del procedimiento de salvaguarda [hay una investigación interna que afectaría a países importadores] que podría terminar en un sistema de cuotas o mayores aranceles. Eso empeoraría aún más el panorama”, alertó Jairala.
Ante esta situación, el especialista detalló que la Argentina comenzó a redireccionar exportaciones hacia Estados Unidos, donde se registra un faltante de carne. “En los primeros cuatro meses del año, sin impacto aún de los aranceles que puso Trump, se duplicaron las exportaciones de carne para industria a EE.UU. respecto del mismo período de 2024”, detalló el especialista. No obstante, ese mercado representa apenas una quinta parte del volumen que se exporta a China, y tiene requisitos más exigentes. “Para China tenemos más de 50 plantas habilitadas y en Estados Unidos menos de 30. Y es un mercado más exigente”, indicó.
En cuanto a Europa hubo una leve recuperación en abril por la ventana de la cuota 481, que permite exportar cortes de alta calidad sin aranceles y con terminación del ganado con grano a corral. “La carne que tiene que entrar el 1° de julio se sube al barco en abril por los tiempos de flete”, agregó.
También se consolidó el mercado mexicano, que en abril recibió 103 toneladas de carne congelada y 313 toneladas de carne refrigerada, con precios promedio de US$7425 y US$5664 por tonelada, respectivamente, aunque los volúmenes aún son pequeños.
Según el informe de ABC, las ventas a Israel se mantuvieron estables, aunque hubo una baja puntual en abril pasado por cuestiones estacionales. “Coincide la Pascua judía con la nuestra, así que retiran las cuadrillas kosher y las faenas se retoman en mayo. Todavía se siente la baja porque es carne de zafra anterior. Recién en junio se empieza a recuperar el ritmo, hasta que la zafra termina en septiembre con el año nuevo judío”, explicó Jairala.
Fuente: Diario La Nación