LOS PRECIOS DE LA INVERNADA ENTRARON EN UNA MESETA
Las cotizaciones de los terneros se tranquilizaron en los últimos 40/50 días por varias causas. "Muchos invernadores se mostraron remisos a pagar 13/14 pesos por kilo de ternero pensando que el precio del novillo gordo bajaría a fin de año.
Eso le restó fortaleza a los precios", asegura el consignatario Juan Barberis.
"Además, los costos ganaderos han subido y el precio de venta del animal terminado se estancó frente a una inflación del 25 por ciento anual. Ambos factores deterioran la rentabilidad de la actividad, situación que pone a los productores en una situación muy cautelosa, por lo que consideran todos los costos. Con un ternero a 14/15 pesos por kilo puesto en el campo y un gordo vendido a 8,50 pesos neto las cuentas de la invernada no cierran", agrega.
Más recientemente, la sequía que redujo la calidad y la cantidad de forraje para engorde en los campos, mientras que la continuidad de un contexto político no favorable para el agro contribuyeron al menor ritmo de operaciones.
Por otro lado, los responsables de los feedlots tampoco se suman a una puja fuerte por los terneros y, por el contrario, procuran comprar en oportunidades y buscando alargar los plazos de pago para disminuir el efecto de la desfavorable relación de compraventa.
Los precios pagados en operaciones realizadas con terneros de 180 kilos oscilan de 11,50 a 12 pesos por kilo, con mayor disponibilidad de machos que de hembras, según Barberis.
Los vientres también muestran una tendencia declinante en valores constantes. "El año pasado se llegó pagar 550 kilos de novillo por una vaca preñada frente a los 380 kilos del promedio histórico. En las últimas semanas, esa categoría cayó a 470 kilos de novillo, aún por encima de los valores históricos, porque la edad promedio del rodeo nacional ha aumentado y es necesario reponer muchas vacas viejas, que no admiten otra temporada reproductiva", explicó Barberis.
Acerca de la hacienda gorda, el consignatario prevé suficiente oferta y mercado tranquilo durante enero, con buenas perspectivas para la actividad hacia adelante, porque muchos productores mixtos levantarán cosechas fina y gruesa con magros resultados económicos y revalorizarán la actividad ganadera en sus establecimientos.
Fuente: Carlos Marín Moreno, La Nación, Agrositio.