Pum para arriba. La primera estimación preliminar de área argentina de girasol muestra un crecimiento del 18%
La estimación preliminar del área argentina de girasol 2025/26 es de 2,6 millones de hectáreas, una cifra 18,2% superior a la del ciclo previo y un 30% por encima del promedio del último lustro.

Así lo indica un informe de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, que aclara que la proyección, de todas maneras, podría modificarse ante la incertidumbre presente con algunas variables clave.
“Se mantiene la incógnita respecto a las zonas del sur del área agrícola, fuertemente girasoleras, que reflejan una elevada incertidumbre no sólo en lo que refiere a la rentabilidad, sino a lo que suceda en términos climáticos y el consecuente impacto en la posibilidad de avanzar con las labores”, remarca la Bolsa de Cereales.
Para el ciclo 2025/26 se releva una intención de siembra creciente por parte de los productores de las regiones del NEA el centro-norte de Santa Fe, el cual está impulsado no sólo por la elevada productividad que alcanzó la oleaginosa en el ciclo anterior, sino también por un escenario climático que podría permitir una recuperación parcial de los perfiles hídricos durante el invierno, lo que aseguraría un buen desempeño del cultivo.
Asimismo, la sucesión de años secos impulsó el incremento del área de girasol en sectores del oeste del área agrícola, particularmente en Córdoba y San Luis. “Si bien el aporte de estas zonas al total nacional es relativamente bajo, en el último ciclo registraron una elevada productividad del cultivo, que se destaca por su mejor desempeño frente a condiciones de baja humedad en comparación con otras alternativas”, remarca.
Sin embargo, en la presente campaña la mejora en las reservas hídricas inclina las decisiones de siembra hacia cultivos con mayor rentabilidad potencial en el oeste; en este contexto, se espera que el girasol mantenga un nivel de área implantada similar al del ciclo anterior.
Mientras tanto, en el sur del área agrícola (provincias de Buenos Aires y La Pampa), hay incertidumbre sobre lo que sucederá con la siembra de la oleaginosa. “Tras los buenos resultados logrados en el ciclo previo y, como consecuencia de la imposibilidad de sembrar trigo en sectores afectados por excesos hídricos, productores aseguran que destinarán las hectáreas resignadas a girasol. No obstante, dado que en esas regiones la ventana de siembra se abre en el mes de octubre, la superficie se terminará de definir en el transcurso de las próximas ocho semanas”, apunta.
Con el resurgimiento del cultivo se generó un aumento del costo de la semilla. Sin embargo, el girasol continúa posicionándose como una alternativa competitiva frente a otros cultivos más insumo-dependientes.
En el escenario local, el precio promedio FOB del aceite de girasol en época de cosecha se sitúa alrededor de 1042 u$s/tonelada, lo que representa una mejora del 12% respecto de la campaña pasada.
“Al comparar este nivel con el promedio de las últimas campañas, se observa que el precio actual se encuentra por encima de dicho promedio, aunque aún por debajo de los valores excepcionales alcanzados en campañas atípicas como la de 2023. Esta situación refleja un contexto de mercado que, si bien ha corregido parcialmente los picos extraordinarios previos, mantiene precios relativamente firmes en relación con los niveles históricos más estables”, explica el informe.
Por otra parte, tras la consolidación de los datos productivos, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires realizó una revisión al alza de las estimaciones finales para la campaña 2024/25. La superficie sembrada fue ajustada de 2,05 a 2,2 millones de hectáreas, mientras que la producción nacional se incrementó de 4,7 a 5,0 millones de toneladas. El ajuste responde a la incorporación de nueva información derivada de la actualización del balance comercial, el análisis de imágenes satelitales y datos recientes de rendimiento recolectados en distintas zonas productivas.
Fuente: Bichos de Campo