El campo reclama previsibilidad crítica a la baja temporal de retenciones hasta octubre
En pleno inicio de la campaña 2025/26 de granos gruesos, la reciente decisión del Gobierno de eliminar las retenciones a granos y carnes hasta el 31 de octubre volvió a generar ruido en el sector agropecuario. Si bien la medida puede aportar un alivio momentáneo, productores y analistas advierten que lo que realmente necesita el campo son reglas claras y previsibles, no parches transitorios.

La disposición oficial apunta a que los productores liquiden parte de los 40 millones de toneladas de soja y maíz que aún permanecen en silobolsas y acopios, equivalentes a unos US$9300 millones. El objetivo es claro: sumar divisas para equilibrar las cuentas fiscales y reforzar las reservas del Banco Central.
Sin embargo, la magnitud de ese volumen genera dudas logísticas y de mercado. Acelerar la comercialización en tan corto plazo podría saturar la capacidad de los puertos del Gran Rosario —por donde se procesa y exporta el 90% de los granos— y, al mismo tiempo, impactar en los precios internacionales. Un ingreso masivo de soja argentina en el mercado global podría presionar las cotizaciones en Chicago, con China como principal beneficiario.
Desde la Mesa de Enlace, si bien celebraron la inclusión de la carne bovina y aviar en el esquema de retenciones 0%, insistieron en que la eliminación debería ser definitiva. “Los productores ya comenzaron a sembrar maíz y pronto implantarán soja; lo que necesitan son certezas, no ventanas transitorias”, remarcaron.
El contraste regional es evidente: mientras Brasil, con reglas estables y sin impuestos distorsivos como los DEX, se consolidó como el mayor productor mundial de soja, la Argentina lleva años estancada en torno a las 50 millones de toneladas.
La actual campaña agrícola movilizará cerca de US$14.000 millones en inversiones en insumos, alquileres y tecnología. Pero la incertidumbre fiscal y cambiaria vuelve difícil la planificación. Como señalan en el sector, “si alguien puede organizar su empresa con medidas que cambian cada dos meses, se merece un premio”.
Más que beneficios temporales, el campo pide un horizonte de largo plazo. Y en ese camino, la eliminación definitiva de las retenciones aparece como la condición clave para destrabar el potencial productivo argentino.
Fuente: La Nación