Soja alertan que la Siembra Directa ya no alcanza y llaman a un manejo más ofensivo para mejorar rindes
En la apertura del Seminario ACSOJA 2025, celebrado en la Bolsa de Comercio de Rosario bajo el lema “Cuando la soja tiene la palabra”, el Panel Agronómico dejó un mensaje claro: la Siembra Directa por sí sola ya no alcanza para mejorar el rendimiento de la soja.

Con el título “De una agricultura defensiva a una agricultura ofensiva”, especialistas advirtieron que el sector debe enfocarse con urgencia en nuevas estrategias de manejo, no solo para elevar la productividad y la calidad del cultivo, sino también para reducir el impacto ambiental.
El panel, moderado por Guillermo Alonso (Spraytec), contó con la participación de Daniel Miralles (FAUBA), Nahuel Reussi Calvo (UnMP) y Gabriel Espósito (UnRC).
Rendimientos estancados y suelos agotados
Alonso fue directo: “Hemos perdido el foco en rendimiento. Los suelos están agotados y no evolucionamos en tratamientos de semillas desde hace 20 años”. También advirtió sobre sistemas radiculares subdesarrollados y la falta de estrategias para anticipar estreses bióticos.
El especialista comparó la situación con Brasil, que en la última década logró subir de 28 a 34,5 quintales por hectárea gracias a un manejo más agresivo y a la fertilización estratégica: “Ellos separaron lo químico de lo biológico con resultados espectaculares”.
Pasar a la ofensiva
Miralles subrayó que la clave está en repensar los períodos críticos del cultivo y alargar las ventanas de manejo para potenciar el llenado de granos. “El rendimiento depende del agua, pero también de cómo entendemos la dinámica de absorción y ajustamos genética y manejo”, señaló.
En la misma línea, Reussi Calvo alertó sobre el déficit de fósforo, que alcanza el 75% de los lotes: “Sólo uno de cada diez productores conoce el estado del suelo antes de sembrar. Invertir en análisis es más rentable que perder nutrientes en la cosecha”.
Espósito, por su parte, destacó que las rotaciones y cultivos de servicio son esenciales para mejorar la estructura del suelo y potenciar la respuesta a la fertilización balanceada (fósforo, azufre, zinc y boro).
El desafío
El diagnóstico fue contundente: Argentina aún tiene una brecha grande entre el rinde actual y el alcanzable. Para achicarla, será clave adoptar un manejo integral, que combine genética, fertilización balanceada, rotaciones y prácticas que mejoren los suelos.
Fuente: Prensa ACSOJA