Mirar toda la película expectativa y cautela en el agro argentino por un posible acuerdo comercial con Estados Unidos
En las horas previas al encuentro entre el presidente Javier Milei y su par norteamericano Donald Trump en el Salón Oval, las expectativas se concentran en el anuncio de un posible acuerdo bilateral de comercio entre ambos países. Aunque se lo describe como un paso histórico en la relación económica, en el sector agropecuario predomina un clima de prudencia y cautela.

El entendimiento, que se negocia desde hace meses bajo estricta confidencialidad, podría beneficiar a productos clave de las economías regionales argentinas. Entre ellos, se mencionan el aceite de limón, el vino, la miel, los langostinos, el aceite de oliva, las frutas frescas y procesadas, el maní y sus derivados, y los cueros bovinos y ovinos, entre otros bienes agroindustriales con potencial de expansión hacia el mercado norteamericano.
Sin embargo, la expectativa se mezcla con incertidumbre. Tal como advierten analistas y referentes del sector, la clave no estará solo en el acceso que logre la Argentina, sino también en lo que negocien otros países competidores que están avanzando en acuerdos similares con Estados Unidos.
“Hay que mirar toda la película y no solo la foto del acuerdo bilateral que puede conseguir la Argentina”, advirtió a LA NACION Nelson Illescas, director de contenidos y comunicación del Grupo de Países Productores del Sur (GPS).
“Lo que te puede llegar a perjudicar es lo que está negociando Estados Unidos con otros mercados, donde la Argentina también es relevante, como por ejemplo Vietnam. Si Estados Unidos logra algún tipo de acuerdo de mejora con Vietnam nos puede llegar a desplazar", agregó.
Según Illescas, el acuerdo podría permitir reforzar exportaciones que ya están consolidadas, como el vino, la miel, las carnes y el aceite esencial de limón, pero desconfía que se pueda recuperar espacios perdidos como en biocombustibles. “Si la Argentina consolida esos mercados es muy relevante. Tener descartado a un competidor como China en miel, por ejemplo, te da una relevancia importante”, señaló.
El especialista explicó que, más que un tratado de libre comercio, lo que se discute sería un acuerdo bilateral de preferencias comerciales, dada la imposibilidad de la Argentina de firmar tratados de libre comercio por su pertenencia al Mercosur.
“Un tratado de libre comercio implicaría algo mucho más amplio y la Argentina técnicamente no está en condiciones de hacerlo. Por eso, hablaría más de un acuerdo bilateral de preferencias comerciales”, sostuvo Illescas.
Uno de los puntos centrales del debate pasa por los aranceles de ingreso al mercado norteamericano. “Si la Argentina logra que se reduzca o se elimine el piso del 10% de arancel que Estados Unidos impuso, sería muy bueno. Le generaría un beneficio importante al país, porque te posiciona mejor frente a los competidores”, explicó.
En ese sentido, Illescas recordó que “todo el mundo está negociando” con Washington y que los acuerdos se manejan con confidencialidad absoluta. “No sabés qué está negociando cada uno”, remarcó.
Para el experto, este acuerdo de bilateralidad con Estados Unidos, en tanto y en cuanto, no exija que la Argentina deje de comerciar con China, no perjudicaría la relación comercial con el país asiático, que es el principal comprador de productos agroindustriales argentinos, como carnes, cebada, sorgo, poroto de soja, entre otros. “No veo un escenario en el cual Estados Unidos diga de no comerciar más con China. Eso es imposible. Pero, si lo planteara a la Argentina le sería muy complejo de cumplirlo porque no tiene dónde colocar esa mercadería, incluso si Estados Unidos dijera que compra todo lo que iba a China, tampoco es factible que absorba toda esa cantidad de productos”, señaló.
Sin embargo, subrayó que la relación personal entre Trump y Milei podría jugar un rol relevante. “Se está viendo con todas las medidas que ha tomado el gobierno de Estados Unidos hacia la Argentina, que no las ha hecho con otros países. La relación con Brasil está muy tensa, y eso puede abrir una ventana de oportunidad para nosotros”, dijo.
No obstante, Illescas también advirtió sobre los límites estructurales del vínculo comercial. “No le vas a exportar soja, maíz o trigo a Estados Unidos, porque ellos son fuertes competidores en esos productos. Quizás se pueda avanzar en exportaciones de semillas o en la venta a contraestación, pero es un mercado pequeño”.
El consultor ganadero Víctor Tonelli coincidió en la necesidad de prudencia. “Hay muy poca información, hay mucho pasillo y mucho rumor. Me cuesta visualizar qué impacto podría tener un posible acuerdo de libre comercio con Estados Unidos. Todo lo que he escuchado hasta ahora va más enfocado a la asistencia económica y financiera que al intercambio comercial”, expresó.
"
Tonelli recordó que, durante la Exposición Rural de Palermo pasada, se hablaba con fuerza de una posible cuota de 60.000 toneladas de carne argentina libre de aranceles (actualmente es de 20.000 toneladas).
“Claramente, eso hubiera sido muy atractivo, con un impacto fenomenal para la cadena, pero lo veo cada vez menos posible. Ojalá me equivoque, pero me parece que el enfoque actual del acuerdo está más en la macro que en el comercio”, señaló.
El analista explicó que, actualmente, el ingreso de carne argentina a Estados Unidos paga un arancel efectivo del 36,4%, lo que limita la competitividad del producto. “Si se lograra una ampliación de cuota libre de aranceles, el beneficio neto podría ser de hasta US$2000 adicionales por tonelada exportada, pero hoy no lo veo factible”, lamentó.
“Ni quiero pensar si trasciende que Estados Unidos le daría 60.000 toneladas argentinas con cuota mínima; los farmers americanos pondrían el grito en el cielo”, advirtió Víctor Tonellifabian-malavolta-16567
Tonelli también recordó las tensiones que se generaron cuando el Gobierno redujo temporalmente las retenciones a la soja y los productores norteamericanos reaccionaron en contra con fuerza. “Ni quiero pensar si trasciende que Estados Unidos le daría 60.000 toneladas argentinas con cuota mínima; los farmers americanos pondrían el grito en el cielo”, advirtió.
Por su parte, Marcelo Elizondo, presidente de la International Chamber of Commerce (ICC) en la Argentina y director de la consultora DNI, aportó una mirada estructural.
“Evidentemente, en el agro es donde menos complementariedad hay entre las economías de Estados Unidos y la Argentina, porque ambos son productores agropecuarios”, explicó a LA NACION.
“Hay más oportunidades en otros rubros, como minerales, energía o algunos productos manufacturados agroindustriales, por ejemplo, derivados del reino animal que ya se exportan a Estados Unidos”, precisó Elizondo.
Aun así, en un informe destacó el momento político del encuentro. “Estados Unidos ha elegido a la Argentina como su principal aliado en Sudamérica, y eso se refleja en el apoyo financiero que el país norteamericano ha comenzado a ejecutar hacia las políticas del Gobierno y del Banco Central”, sostuvo.
Según datos de Elizondo, en 2024, el total de exportaciones argentinas de bienes a todo destino en 2024 fue de US$79.720 millones (el 60% del total se compuso de bienes de origen agropecuarios, manufacturados o primarios) y; EEUU, con US$5568 millones fue el segundo destino, luego de Brasil y en tercer lugar quedó China (US$5173 millones). Con este telón de fondo, Illescas concluyó: “Hay que ver toda la película y la letra chica de lo que le están pidiendo a la Argentina. Eso es fundamental”.
Fuente: Diario La Naciòn