Retenciones 0 productores de soja captaron dos tercios del beneficio, según la Fundación Mediterránea
La eliminación transitoria de los derechos de exportación dejó huella en el mercado de granos. Aunque la medida duró apenas 72 horas y se limitó a un cupo de U$S 7.000 millones en Declaraciones Juradas de Ventas al Exterior (DJVE), los productores de soja fueron los principales ganadores.

Un informe del Instituto de Estudios de la Fundación Mediterránea, elaborado por los economistas Franco Artusso y Tobías Lucero, reveló que los productores con mercadería disponible lograron apropiarse del 67 % del alivio fiscal. Esto se explica porque los exportadores, obligados a respaldar las DJVE registradas (14,5 millones de toneladas de soja), debieron competir más fuerte en el mercado interno y convalidaron precios por encima de la paridad de exportación.
El tercio restante del beneficio quedó en manos del sector exportador, en parte por los costos financieros y el anticipo de divisas que debieron asumir.
El análisis también incluyó al maíz, donde la retención pasó de 9,5 % a 0 %. En este caso, la distribución fue menos favorable al productor: 43 % de la mejora quedó en el campo y 57 % en las exportadoras. Los investigadores remarcaron además que, hacia los últimos días del régimen, la participación de los productores tendió a caer, señal de que la exportación ya había asegurado el volumen necesario para sus compromisos.
Impacto fiscal
El costo de esta ventana de retenciones 0 para el Estado se calcula en U$S 1.530 millones, equivalente al 0,2 % del PBI 2025. Más del 80 % de ese monto se concentra en el complejo sojero —porotos, harina y aceite—, mientras que cereales como trigo y maíz explican una fracción menor.
Según el estudio, este costo no será inmediato: se irá materializando en los próximos meses a medida que los exportadores concreten las operaciones externas registradas durante el beneficio.
Con este escenario, la medida dejó un saldo mixto: un alivio transitorio para los productores que pudieron aprovecharla y una fuerte presión fiscal para el Estado, que deberá afrontar el costo de la decisión en un año ya marcado por tensiones económicas.
Fuente: Noticias Agropecuarias