Decisión estratégica un exportador argentino explica cómo es vender carne a Estados Unidos y se entusiasma con un anuncio de Trump
“Nos resulta escaso", resume Mariano Grimaldi, gerente comercial del frigorífico Logros, una de las más de 40 plantas nacionales que envían carne vacuna a Estados Unidos. En ese país, el mercado para la proteína nacional es muy amplio, dada la demanda que se genera por la calidad y sus precios.

La Argentina tiene un cupo de 20.000 toneladas con aranceles del 10%. Adicionales a esa cuota paga un 26,4% que se suma al 10% fijado en agosto pasado cuando Donald Trump desató la guerra comercial con varios países. Ayer el presidente norteamericano señaló que su país podría comprar más carne vacuna argentina para intentar contener los precios internos. En el sector ganadero aguardan una ampliación de la cuota.
El frigorífico Logros exporta por año 400 toneladas de las 20.000 toneladas totales que tiene la Argentina en el cupo. Estas toneladas se reparten de acuerdo con la planta y su capacidad de abastecimiento. El empresario contó que, por el aumento de la demanda, han recibido muchos más pedidos de carne desde EE.UU.
“Somos proveedores de las cadenas más importantes de parrillas y catering de comidas elaboradas en Estados Unidos. Nuestro foco está en la calidad, la fidelización y la atención personalizada. Al ser una empresa familiar, conocemos a cada cliente, los cuidamos y los acompañamos de cerca”, observó. El cupo actual, sin embargo, resulta limitado.
Desde que la Argentina reanudó sus exportaciones de carne vacuna a Estados Unidos en noviembre de 2018, tras una pausa de 17 años, un total de 42 frigoríficos nacionales han sido habilitados para enviar sus productos a ese mercado, de acuerdo con el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA).
Según los datos oficiales del USDA, la Argentina ya cumplió con el 65,25% de la cuota anual. Es decir, 13.054,8 toneladas. En tanto, de acuerdo con los datos oficiales, hay otras 68 toneladas pendientes, más 58 toneladas de libre disponibilidad. Se cree que hay cargamentos en barcos que aún no han sido registrados en los sistemas oficiales.
“Tenemos pedidos por más volumen, especialmente de cortes de alto valor. Ampliar el cupo sería muy positivo y, si además se redujeran los aranceles, sería mucho mejor”, agregó.
Para poder ingresar al mercado norteamericano las plantas deben cumplir con exigentes normas de habilitación y control. “En su momento vinieron a auditar todos los estándares de calidad. No todas las plantas argentinas están habilitadas. Somos un grupo que califica para exportar al mayor productor de carne del mundo”, explicó Grimaldi, quien subrayó que Estados Unidos “produce una carne muy cara y recurre a la importación para cubrir faltantes”.
Consultado sobre los precios relativos dentro de la región, el empresario fue categórico: “La carne de Estados Unidos es muy cara y compra los faltantes que tiene de producción al exterior. En este caso, sale a comprarlo a la Argentina. No creo que la carne argentina sea barata. A nivel Mercosur hoy es la más cara, que son los países con quienes competimos".
Respecto de las diferencias de calidad entre la producción argentina y la estadounidense, remarcó que ambas utilizan genética Angus, pero con condiciones de cría muy distintas. “Quizás en Estados Unidos, economía proteccionista, a lo mejor subsidian producciones, o el sistema productivo que ellos tienen, que es una base de feedlot en donde un animal está mucho tiempo confinado y tienen un clima que es bastante hostil, con nieve, con lo cual suben sus propios costos internos de producción de esa mercadería. Acá en el país hay extensiones de campo que permiten que ese animal se produzca libremente, lo cual ellos no lo pueden hacer por el clima que tienen”, señaló.
El ejecutivo también apuntó a la necesidad de una política de largo plazo que garantice previsibilidad a las exportaciones. “La Argentina debe generar una política productiva y exportadora estable, sin cepo cambiario, ni restricciones o prohibiciones de cortes como el ROE [Registro de Operaciones de Exportación como hubo en el gobierno anterior]. Todo lo que hemos conocido de lo que ha pasado en la Argentina, lo cual en muchos momentos nos han interrumpido como proveedores de carne en el mundo”, sostuvo.
En relación con los recientes comentarios del presidente Donald Trump, sobre la posibilidad de importar más carne argentina para abaratar precios en su mercado interno, Grimaldi consideró que la Argentina está tomando una decisión estratégica al fortalecer vínculos con “una potencia mundial”.
“En otros momentos nos aliamos o estuvimos cerca de países socialistas o comunistas que no nos fue tan bien. No debemos descuidar China, que es el gran comprador de proteínas del mundo, donde va toda nuestra proteína vegetal y animal. Pero no significa que porque estemos en el mercado americano vayamos a desatender a China, que necesita la carne de la Argentina. Se puede atender perfectamente a los dos mercados", dijo. Sostuvo que la industria es capaz de mantener un equilibrio entre las exportaciones y el consumo interno. “No debemos descuidar el abastecimiento doméstico. En la Argentina todavía consumimos unos 50 kilos de carne por habitante al año, el nivel más alto del mundo”, recordó.
Sobre la capacidad local para aumentar las exportaciones sin afectar los precios internos, afirmó que el país tiene margen siempre que existan políticas de incentivo. “La Argentina debe promover políticas de producción en el sector ganadero que incentiven a hacer más kilos en los campos y a elevar el índice de preñez que tenemos hoy en el país. Es fundamental que las tasas de destete sean lo más altas posible. Son políticas que se han desatendido en los últimos años, mientras muchos productores se volcaron más hacia la agricultura”, analizó.
Recordó que hoy hay muchos productores volviendo a la ganadería porque resulta una actividad muy atractiva, con mayor rentabilidad que la agricultura. “El nivel de tecnificación en la ganadería llegó, como en su momento llegó a la agricultura: más lento, pero llegó. En los próximos años, en esos campos donde ya no veíamos más vacas, volverá a haber vacas. Esto, de alguna manera, termina motivando más inversiones dentro del sector ganadero”, sintetizó.
El frigorífico exporta actualmente unas 12.000 toneladas de carne por año a 15 destinos diferentes, incluyendo Estados Unidos. Las razas provienen del centro del país y abarcan tanto animales de cría como vacas que completaron su ciclo productivo, cuyo destino principal es la industria manufacturera de China.
De acuerdo con los datos de la Asociación Argentina de Angus, en 2024 se exportaron 2233 toneladas de carne Angus certificada a Estados Unidos. Solo en el último trimestre de ese año se envió el 30% del total. En lo que va de 2025 ya se exportaron 1650 toneladas, y si se mantiene el ritmo actual, el año podría cerrar con unas 2145 toneladas enviadas al mercado estadounidense.
Fuente: Diario La Naciòn