EL GOBIERNO NO RENOVARÍA LOS SUBSIDIOS A LA LECHE.
En la industria láctea descuentan que el gobierno nacional no renovará el acuerdo que vence a fin de este mes que duplicó los subsidios a los pequeños productores, que pasaron de recibir diez centavos por litro a 20 centavos. La medida tuvo un costo para la caja oficial de 500 millones de pesos y, como los precios internacionales mejoraron, podría ahorrar ese monto.
En la industria láctea descuentan que el gobierno nacional no renovará el acuerdo que vence a fin de este mes que duplicó los subsidios a los pequeños productores, que pasaron de recibir diez centavos por litro a 20 centavos. La medida tuvo un costo para la caja oficial de 500 millones de pesos y, como los precios internacionales mejoraron, podría ahorrar ese monto.
La medida, que vence este año, subió los subsidios para los productores de hasta 12.000 litros por mes: por los primeros 3.000 litros vendidos los tamberos cobraron un adicional de 20 centavos. Esa cifra, sumada a los 85 centavos que cobra en promedio de la industria, ese segmento llegó a percibir poco más de un peso por litro de leche, aunque sólo para los primeros 3.000.
Ercole Felipa, presidente de Manfrey, afirma que el final del acuerdo podría llegar por una situación ajena a la Argentina, como es la suba internacional de los precios que "compensa incluso por arriba el precio que pagaba la industria más el subsidio".
Al ritmo de la suba de los precios internacionales de la leche en polvo, que desde comienzos de año acumula un alza cercana al 50 por ciento y cotiza a 3 mil dólares la tonelada, las usinas lácteas vienen mejorando en la mayoría de los casos lo que les pagan a los tamberos en el mercado interno, alcanzando los 90 centavos por litro. Concretamente, la suba desde julio último rondaría el 15 por ciento, según fuentes empresariales.
"De los 78/79 centavos el litro de julio pasado, ahora estimamos que el valor pagado a los tamberos se perfila para 90 centavos en noviembre", comenta Miguel Paulón, presidente del Centro de la Industria Lechera (CIL).
Desde la industria mantienen el reclamo de acelerar la efectivización de las compensaciones que se adeudan. Si bien a los industriales les corresponde 15 centavos por litro para una canasta de productos básicos, les deben compensaciones desde octubre.
En cambio admiten que mejoraron los tiempos para la entrega de los ROE, que están saliendo en un promedio de nueve días. De esta manera se agilizó el proceso que, durante varios meses, complicó las ventas al exterior.
Respecto de los precios, uno de los puntos más cuestionados del proyecto de ley de lechería que intentó imponer el oficialismo en el Congreso, pasa por la determinación de un precio de referencia al productor a partir de una ecuación que deberá realizarse entre un mix de cuatro productos puestos en góndola.
Vicente Bauducco, presidente de Sancor, entiende que la iniciativa es una forma de buscar consenso: "Estamos convencidos que está faltando algo en el medio, en la necesidad que tiene el productor de un precio importante para su materia prima y las posibilidades que puedan tener las industrias de pagar. Hay una brecha en el medio que alguien tiene que ponerla para sustentar a la lechería".
Situación similar
Los expertos explican que en el mundo hay tres grandes esquemas lecheros: Nueva Zelanda, Europa y Estados Unidos. Los dos últimos están subsidiando a toda su lechería con valores importantes, hasta incluso con stock de intervención. En el caso de la Unión Europea, el aporte supera los 4 mil millones de euros para tratar de sostener los stocks. Por ejemplo, los productores franceses reciben 26 centavos de Euros de la industria y seis centavos del Estado. Esos 32 centavos están por debajo de los 39 que percibían hace dos años, por lo que hay reclamos permanentes. En el caso de Argentina, aún con el repunte en el precio de la leche, desde la producción sostienen que la mejora no alcanza a todos y que hay algunos que, ni siquiera con el subsidio oficial, cubrirían los costos. La situación empeora para los afectados por la sequía.
Fuente: Gabriela Origlia, La Mañana; Cuenca Rural.