TRABAJADORES DE LA EX ONCCA DICEN QUE EL SECTOR FUNCIONA SIN FISCALIZACIÓN
Enviaron una nota al Ministro Yauhar. Advierten que desde la disolución de la Oncca se no se controla el comercio agropecuario.
Trabajadores de la ex Oficina Nacional de Control Comercial Agropecuario (Oncca) disuelta en febrero de 2011 por un Decreto presidencial advirtieron al actual Ministro de Agricultura, Norberto Yauhar, que desde hace más de un años el comercio agropecuario no cuenta con fiscalización del Estado.
En una misiva dirigida al titular de la Cartera agropecuaria, a la que tuvo acceso El Enfiteuta, los empleados de la desmantelada oficina, cuyos puestos de trabajo fuero preservados en el decreto que disolvió el organismo, indicaron a Yauhar su “gran preocupación” por “la falta de cumplimiento de las tareas que desempeñábamos habitualmente”.
Las tareas a las que se refiere la nota fechada en los primeros días de mayo son las de “fiscalizadores de las personas físicas y jurídicas que intervienen en el comercio y la industrialización de las distintas cadenas agroalimentarias: carnes, granos y lácteos, tareas que, mediante el Decreto 168/2012 del 3/2/2012 fueron asignadas a este Ministerio” de Agricultura.
Según indican los trabajadores de la ex Oncca “desde hace ya un año y dos meses las tareas de fiscalización y auditoría sobre el comercio de ganados y carnes y sus operadores que desarrollábamos al amparo de la Ley 21740 dejaron de aplicarse, desconociendo si las mismas son llevadas a cabo por otro Organismo”.
La falta de fiscalización, aseguran los trabajadores, “llevarían a la anarquía del sector con el consecuente desprestigio para las autoridades nacionales y del Estado que representan”.
Según indicaron, algunas de las tareas que no se estarían realizando desde la disolución del Organismo abarcan la matriculación, registro, así como la fiscalización de establecimientos y operadores en materia de comercio de carnes.
Tampoco, se estarían cumpliendo con inspecciones en plantas frigoríficas (bovina, porcina, ovina y equina) ni “auditorias sobre libros contables y específicos, documentación de faenas, documentación de movimiento de hacienda, procedencia, control de marcas y señales”, entre otras cuestiones.
El relajamiento del control abarcaría, según sostienen, las ventas de hacienda en ganados y ferias; así como la evaluación, habilitación y control en materia de tipificación para el ganado vacuno y porcino, ni el correspondiente cumplimiento del peso mínimo de faena para los bovinos.
Según los trabajadores de la Oficina disuelta, la falta de fiscalización alcanza al sector lácteo en materia de las inscripciones en el Registro de Operadores.
En materia granaria también habría ausencia de controles a los operadores registrados como molinos harineros, plantas de acopio, consignatarios, prestadores de servicio, e incluso sobre el sector industrial relacionado con la molienda granaria. Hecho que se extiende a la exportación y la comercialización.
Fuente: El Enfiteuta, Prensa CRA.