“LOS MIL KILOS PUEDEN LLEGAR PERFECTAMENTE A 2.000 PESOS"
"El mercado internacional está muy firme y la depreciación del peso favorece a los precios de la soja", comentó Guillermo Rossi, de la Bolsa de Comercio.

Cuando alguien pregunta si la tonelada de soja alcanzará los dos mil pesos en las pizarras locales, las respuestas positivas no son pocas: la plaza que oficia como termómetro a nivel mundial, Chicago (EE.UU.), arrastra y aún no parece tener techo.
Durante la última semana, los mil kilos rozaron los 1.920 pesos y la posición agosto-septiembre en el mercado a término Rofex de la nueva cosecha estuvo en 1.960 pesos.
"El centro de atención está puesto en el producto 2012-2013; en el recinto se comercializan 15 a 20 mil toneladas diarias de ella y subió muy fuertemente", explicitó Guillermo Rossi, analista de la Bolsa de Comercio de Rosario (Santa Fe).
A la hora de evaluar un tope --tocó los 644 dólares en Chicago--, la incógnita sobre cuál será la producción sojera estadounidense para el especialista Ricardo Baccarín es determinante porque la principal potencia planetaria no se recupera de la peor sequía en 56 años.
"Los ajustados suministros mundiales serán muy severos y sin precedentes en septiembre 2012/febrero 2013. Se requerirá un racionamiento de la demanda y será difícil de lograr", vaticinó la analista Lorena D´Angelo.
La situación de escasez es tal que, en nuestro país --que no es formador de precios--, de la cosecha vieja ya se vendieron 30 millones de toneladas (21 millones compró la industria y la exportación, casi 10). Sólo quedan alrededor de nueve millones.
"En Rosario, los mil kilos pueden llegar perfectamente a 2.000 pesos. El mercado internacional está muy firme. La depreciación del peso favorece a los precios de la soja", comentó Rossi.
A futuro, las noticias son alentadoras para la Argentina: las buenas condiciones climáticas y las cotizaciones por las nubes garantizan perspectivas muy favorables.
"De darse las condiciones que esperamos, los ingresos en materia de divisas pueden incrementarse de U$S 32.000 millones a casi 37.000 millones y, como consecuencia, las entradas al fisco por retenciones treparían de 9.000 millones a casi 11.000 millones", aventuró Gustavo López, de la consultora Agritrend.
Queda claro que muchos productores no cultivan soja. Unos cuantos que sí lo hacen en "provincias periféricas", igualmente, sufren por su distancia a los puertos y el alto costo de los fletes.
Fuente: La Nueva Provincia, ON 24.