ESTIMAN QUE LA LEY DE SEMILLAS PODRÍA SER TRATADA EN OCTUBRE POR DIPUTADOS
El proyecto consensuado por los representantes de la cadena semillera desde los obtentores hasta los distribuidores y usuarios, incluida CRA, se encuentra por estas horas bajo el examen de las altas autoridades del Ministerio de Agricultura.

Mientras las entidades ruralistas como Federación Agraria y Carbap se expresaron en forma contundente contra el proyecto de ley de semillas que restringe el uso propio de la simiente, desde el ministerio de Agricultura consideran que la reforma podría ser tratada por la Cámara baja el mes próximo.
Si todo está bien "posiblemente el proyecto sea enviado al Congreso a fines de mes, y estaría en condiciones de ser analizado y aprobado en octubre", opinó el secretario de Agricultura Lorenzo Basso en declaraciones a El Enfiteuta.
El funcionario minimizó el rechazo de la FAA y remarcó la amplia participación en la confección del proyecto por parte de numerosas entidades, incluidas las de productores como Aacrea, Aapresid, Sociedad Rural Argentina, Coninagro y CRA.
Justamente parte de esta última es Carbap, la entidad que representa a los empresarios de Buenos Aires y La Pampa, que la semana pasada se manifestó "preocupada" por la reforma a la actual ley 20.247 emitida durante los últimos días del gobierno del dictador Agustín Lanusse en 1973.
Para la entidad ruralista, la más poderosa integrante de CRA, el proyecto de ley bajo estudio "avasalla una serie de derechos esenciales del productor al otorgársele un poder de policía desmesurado a los funcionarios".
La crítica viene a cuestionar un pasaje de la iniciativa que faculta a la autoridad de aplicación (el MAGyP) para designar a su entender a los empresarios que no siendo integrantes del Registro de Agricultores Familiares, puedan ser exceptuados del pago de regalías.
Carbap ya advirtió que "convocará a las demás entidades gremiales agropecuarias con el propósito de unificar criterios en la defensa de los productores", ya que considera que el nuevo texto consiste en "la eliminación de la figura del uso propio de la semilla, por lo que el productor deberá pagar todos los años por sembrar".
En rigor eso ya lo está haciendo, asegura el secretario Basso. "Por qué no se hace uso propio de maíz y de girasol", dispara el funcionario sin esperar la respuesta: "porque si lo hicieran obtendrían rindes de hace treinta años", asegura.
En soja como en trigo, el empresario tiende a no pagar por la tecnología ya que el hecho de ser variedades autógamas les permite la reproducción sin limitaciones, a diferencia de los nuevos híbridos de maíz y girasol.
Lo que intenta graficar Basso es que no hay una cuestión principista de "uso propio" porque de lo contrario el "uso propio" se realizaría sobre todas las variedades de granos. Lo que se sugiere, es que en el trasfondo está la negación a pagar por nuevas tecnologías, escudándose en el concepto del "uso propio".
Según pudo saber El Enfiteuta, la norma proyectada podría sufrir alguna modificación en el Ministerio antes de ser elevada a la Presidenta de la Nación para su firma y posterior envío al Poder Legislativo. Ese cambio intenta que una parte de las regalías que se pagarán por la soja, por ejemplo, vayan a fondear el desarrollo de la industria semillera local.
Fuente: El Enfiteuta, Cuenca Rural.