Con puertos parados y retirados del mercado, traders piden cambios a Afip
Granos: otro exportador "castigado" por el fisco.
La actividad logística en los puertos cerealeros del Gran Rosario, el principal polo exportadores oleaginoso argentino, estuvo ayer prácticamente parada por una resolución de la Aduana que desde el viernes complica la actividad. Además, y en un marco de fuerte caída de precios a nivel internacional, los exportadores se retiraron del mercado paralizando las operaciones, casi a modo de respuesta ante la avanzada fiscal. Es más, se confirmó el rumor del viernes de que otra trader, en este caso Glencore, fue suspendida del registro de operadores por parte de la Afip por presunta inconducta fiscal lo que le genera complicaciones operativas en la originación de granos.
Muelles con poca actividad
El gerente de la Cámara de Actividades Portuarias, Guillermo Wade, le dijo ayer a punto biz que sólo dos barcos operaron con normalidad.
A raíz de la nueva normativa también bajó hoy fuerte el ingreso de camiones para descarga en los puertos y sólo dejaron entrar camiones los complejos que tenían capacidad de almacenamiento.
La Aduana lleva a cabo de manera regular contraverificaciones de pesadas por medio del método conocido como draft survey, el cual determina el peso de la carga embarcada a través de la comparación de los calados realizados antes y después del embarque.
“El problema es que con una nueva resolución en los últimos días inspectores comenzaron a realizar contraverificaciones sobre cada una de las cargas parciales de un embarque, lo que generó demoras y sobrecostos en los procesos de embarque de mercadería; control innecesario porque todos los puertos tienen balanzas electrónicas que pueden contabilizar todo sin la necesidad del chequeo de inspectores en lanchas rodeando los barcos para controlar el peso de la carga en relación al nivel del río”, explico Wade.
“Los dos barcos que zarparon sin problemas lo hicieron porque tenían un solo destino y por eso necesitaban un solo permiso sin necesidad hacer controles parciales por destino, como están pidiendo ahora”, detalló el gerente. Un barco puede tener hasta cargamentos para cinco puertos distintos en sus bodegas y mientras que antes el chequeo era sobre el total que sale ahora es por destino y demorando más los embarques y alterando así todos los costos de operatoria en los muelles.
La lluvia, que frena actividad de los puertos, y que estacionalmente no es momento d gran operatoria, disimulan el impacto de la medida, pero en momentos de gran afluencia de barcos puede generar serios inconvenientes.
Es por eso que ayer al mediodía, según pudo saber punto biz, la Cámara de la Industria Aceitera (Ciara) y el Centro de Exportadores de Granos (CEC) ya habían pedido reuniones con la Aduana y enviando sendas cartas contando
Mercado paralizado
Los problemas logísticos también impactaron en el mercado de granos. Es que sin la posibilidad de embarcar, y en un contexto de fuerte caída de cotizaciones en los mercados externos (que tampoco genera incentivos para operar), los exportadores anunciaron desde temprano que se retiraban del mercado y que hoy no comprarían granos. Sólo hubo operaciones en los mercados a término.
En ese marco, hay muchos rumores en la plaza sobre que detrás de la normativa de la Aduana está la presión que puso la Afip el viernes cuando, por la tarde, anunció que le daba una semana a las exportadoras a saldar una deuda que calculan en u$s 600 M por diferencias en el pago de retenciones de 2008.
Si bien no trascendieron cuáles serían las consecuencias para los exportadores de granos, el mercado está muy revuelto porque las versiones por las medidas que tomarían la Afip y la sombra de la estatización de alguna compañía sobrevuelan las mesas de operaciones.
El cruce entre exportadores y el organismo fiscal data de 2008. Antes del alza de las retenciones, las cerealeras declararon ventas por 30,7 millones de toneladas; pero pudieron probar la compra de 6 millones. El fisco, entonces, les reclamó la diferencia de las retenciones por los 24 millones de toneladas restantes (se calculaban u$s1,700), apelando al efecto retroactivo de la ley bautizada Martínez Raymonda. El planteo fiscal fue que habían fechado ventas antes de la suba de las retenciones y las habían concretado después para esquivar el pago del aumento.
La Afip apuntó a las grandes exportadoras bajo la lupa. Mientras que algunas saldaron capital (no intereses) y otras siguieron resistiendo argumentando que no les correspondía pagar, y por eso en el mercado hoy se estiman que la diferencia es de u$s 600 M. El caso es que en un contexto de falta de dólares y necesidades de financiamiento por parte del gobierno, la Afip ahora está queriendo de manera desesperada hacerse de esos billetes.
En ese contexto convulsionado, ayer se conoció en el mercado que otro trader, esta vez Glencore, que en el país controla Oleaginosa Moreno, fue suspendida del registro de operadores de granos por “presunta inconducta fiscal” lo que complica su operatoria al quitarle beneficios fiscales en la compra de granos. Esta suspensión, que puede ser levantada, al igual de otras que vienen sufriendo empresas, como el caso de Bunge, son interpretadas en el mercado como parte de la avanzada del gobierno.
Fuente: Mariano Galíndez, Punto Biz.