EL PRECIO DE LA LECHE DESPIERTA FRICCIONES ENTRE LAS LÁCTEAS.
Algunas fricciones se están generando al interior del sector lácteo, entre tamberos y productores, pero también entre lácteas. Con un supuesto acuerdo con el Gobierno por el precio de la leche firmado en diciembre, en que el precio permanece en blanco, la cadena terminó 2009 sin certezas.
Algunas fricciones se están generando al interior del sector lácteo, entre tamberos y productores, pero también entre lácteas. Con un supuesto acuerdo con el Gobierno por el precio de la leche firmado en diciembre, en que el precio permanece en blanco, la cadena terminó 2009 sin certezas.
Si bien la actividad no está regulada como en 2007 y 2008 -cuando el Gobierno controlaba las exportaciones, había instalado el precio de corte, que llegó a equivaler a una retención del 50%, y miraba con lupa los precios de los productos de la canasta básica-, el mercado tampoco está liberado.
Lo único claro es que este año ya no existirán las compensaciones de $ 0,20 por litro que se pagaban a los tambos con una producción menor a 12.000 litros (por los primeros 3.000 litros), que de todos modos no se pagan desde septiembre.
Sin ese extra, los ingresos de los tambos dependen sólo de lo que les paguen las lácteas, como sería en un mercado liberado. Pero las lácteas no pueden decidir sus precios libremente, por temor al secretario de Comercio, Guillermo Moreno.
Así las cosas, el CIL, que nuclea a 36 lácteas de las mayores, comunicó ayer que podría pagar, en promedio, $ 1,05 por litro a los tamberos en enero. "Les planteamos a los productores encontrarnos en la segunda mitad de enero para evaluar mejor la situación, porque el mercado internacional está sin demanda", dijo su titular, Miguel Paulón. Algunos pagarán más, como La Serenísima, con fuertes exportaciones, que prometió entre $ 1,12 y $ 1,14 por litro para este mes, independientemente de los premios por sobreproducción.
Lejos de eso están las pymes lácteas nucleadas en Apymel, que dicen que no pueden pagar más que $ 0,95. Algunas le echan la culpa a los intermediarios (mayoristas y supermercados), que se quedan con el margen mientras ellas no pueden aumentar, y los acusan de estar cartelizados.
En tanto, algunos tamberos, como Raúl Catta, dicen que la cartelizada es la industria, que en realidad puede pagar de $ 1,20 a $ 1,30, tanto en función del los precios internos como de los internacionales.
Para Manuel Ocampo, de la agrupación tambera APL, "hay una gran distorsión en el sistema de comercialización. Al pequeño productor lo ahorcaron, le sacaron lo central, que es el precio. Este es el momento de liberar el mercado".
En tanto, ayer, los precios internacionales de la leche cayeron por primera vez en seis meses. En la licitación de la láctea neozelandesa Fonterra, que se usa como parámetro del valor internacional, el valor de la tonelada de leche en polvo entera cayó entre 6,8% y 8,1% para las entregas más cercanas, a entre u$s 3.282 y u$s 3.255, cortando una racha ascendente comenzada en julio pasado.
Fuente: Alejandra Groba, El Cronista; Cuenca Rural.