HAY QUE PONER EL OJO EN LA MANCHA DE RANA.
La enfermedad apareció en los cultivos de soja a mediados de diciembre. La gran cantidad de precipitaciones hizo que aumentara su presencia y se convierta en la mayor preocupación de los productores.
A casi tres meses del comienzo de la siembra de soja, la mayoría de los lotes del sur de Santa Fe, sudeste de Córdoba y norte de Buenos Aires se ven afectados por la mancha ojo de rana (MOR) cuando promedia el desarrollo del cultivo y teniendo en cuenta que la eventual aparición debería ocurrir al final del ciclo.
MOR es una enfermedad que se transmite mediante las semillas o por rastrojo infestado. Ataca principalmente hojas, tallos, semillas y vainas y comienzan como lesiones circulares de diferente tamaño, color marrón oscuro que puede presentar el centro más claro, luego desarrollan hasta lesiones marrones rodeadas por un halo color marrón-rojizo. A medida que las lesiones maduran, la zona central de la lesión cambia hacia gris o marrón claro.
“Este año es muy especial, diferente al del año pasado signado por una gran cantidad de milímetros de lluvia. Eso, sumado a las temperaturas que están siendo favorable para el crecimiento de la soja y de los hongos, ha habido una aparición temprana de muchas enfermedades”, comentó a redagroactiva.com Marcelo Carmona, titular de la cátedra de Fitopatología de la UBA.
El ingeniero agrónomo informó que el epicentro de la Mancha Ojo de Rana está en Las Rosas, en el sudeste de Córdoba, parte de Santa Fe lo que podría ser Landeta, Piamonte, Río Segundo en Córdoba, Monte Cristo, Marcos Juárez y Corral de Bustos. “Todas esas zonas están llenas de Ojo de Rana, como nunca, y en variedades muy susceptibles como la 4613 o la 3700”, aseguró.
La enfermedad, según relevamientos realizados, apareció a mediados de diciembre en localidades del sur de Santa Fe. Se quedó el año pasado sobre los rastrojos y este año, con la gran cantidad de lluvias, explotó sobre estados vegetativos de variedades muy susceptibles y hoy se puede decir que ha logrado un crecimiento sorprendente.
La concentración de inóculo (poca, pero constante) en la región pampeana, desde 2003 en adelante, sumado a que la mayoría de los genotipos allí sembrados son muy susceptibles, y a su combinación con el ambiente, han desencadenado una severa epidemia en 2009 que ha sorprendido con intensos ataques principalmente en la provincia de Córdoba y Santa Fe.
Los primeros casos en el país ocurrieron en el noroeste argentino (NOA) entre 1998 y 1999 y luego se introdujo, probablemente, por semilla en la región pampeana durante 2003 en adelante, registrándose infecciones y lotes con enfermedad.
“El problema es que las variedades que se siembran en el norte no son las que se implantan en la región pampeana”, aseguró Carmona y agregó que “las variedades de la región pampeana que son grupos cortos o intermedios no están teniendo el gen de resistencia que podría haber combatido a Ojo de Rana y por eso se está desatando esta epidemia tan fuerte”.
Consejos
Aunque no existe información sobre aplicaciones en estado vegetativo ni sobre el umbral económico y su impacto, el momento de la aplicación estará determinado por el seguimiento de la enfermedad mediante el monitoreo del lote y el análisis de las condiciones predisponentes sobre las variedades susceptibles.
Para el debido control de mancha ojo de rana hay que utilizar funguicidas basados en estrobirulina con estriazoles. “Lo que define el éxito de la aplicación es el momento en el que se realiza. Ese momento está muy ligado a la fenología del cultivo pero, principalmente, está ligado a la cantidad de lluvias que caen desde R3 en adelante”, aseguró Carmona.
Por último y como un dato orientativo, el ingeniero agrónomo comentó que “cuando la enfermedad no se trata se registran diferencias de hasta mil quilos en los rindes”.
Fuente: Cadena 3.