SI LA SOJA SIGUE BAJANDO, INGRESARÍAN U$S 700 MILLONES MENOS POR RETENCIONES.
La soja, que viene en retracción desde comienzos de mes, cerró ayer a u$s 341 la tonelada en el mercado de Chicago. Se trata del menor valor desde el 7 de octubre último, cuando la oleaginosa cotizaba a u$s 335 y emprendía un rally alcista por perspectiva de que la sequía en América del sur se mantendría, lo que alimentó buenos augurios.
La soja genera en el Gobierno una relación de amor-odio. Es el "yuyo", el monocultivo y el responsable de la escasez de otros productos agropecuarios. Pero también -y sobre todo- una de las principales fuentes de ingresos en las debilitadas cuentas nacionales. Y las menores expectativas de precios que circulan hoy por los mercados de la oleaginosa podrían devenir en una caída en los ingresos previstos para este año de hasta u$s 700 millones, en momentos en que el superávit fiscal es pasado y cada dólar se necesita como agua en el desierto.
El Ejecutivo previó ingresos por exportaciones por $ 43.116 millones este año, según el Presupuesto, aunque las consultoras privadas sostienen que se trata de una cifra muy conservadora. De ese dinero, las retenciones a la soja y sus derivados aportarían más de la mitad. El estudio Bein estima que el gravámen a la oleaginosa aportará cerca $ 27.000 millones al erario público, que se repartirán entre la Nación y las provincias en una proporción 70/30.
Pero la expectativa oficial es que el poroto de soja promedie los u$s 350 dólares. Y por estos días, algunos analistas internacionales prevén un valor de u$s 320 o incluso menos para fines de marzo y comienzos de abril, cuando comience la cosecha gruesa en la Argentina. Si se proyectan esos precios a los de aceites y otros derivados que exporta el país, ingresarían en concepto de retenciones unos u$s 6.100 millones, un 11,5% menos de lo previsto.
La soja, que viene en retracción desde comienzos de mes, cerró ayer a u$s 341 la tonelada en el mercado de Chicago. Se trata del menor valor desde el 7 de octubre último, cuando la oleaginosa cotizaba a u$s 335 y emprendía un rally alcista por perspectiva de que la sequía en América del sur se mantendría, lo que alimentó buenos augurios. Pero ahora el mercado espera que el precio de la oleaginosa siga cayendo, por el buen clima en el hemisferio sur y estimaciones de súpercosechas.
"Respecto de los precios de 2009, los de 2010 van a ser desilusionantes", admitió el presidente del Mercado a Término de Buenos Aires (Matba), Guillermo Desiervi. "Creo que vamos a tener (en el mercado local) precios entre $ 100 y $ 150 inferiores este año", prosiguió. En Rosario, la soja promedió el año pasado los $ 1.000 por tonelada, por lo que este año rondaría los $ 850. Ayer cerró a $ 950, el menor precio en dos meses y medio.
La oleaginosa se negocia en el mercado local en torno a los u$s 220 la tonelada, una vez descontadas las retenciones. Según Desiervi, el piso para esta cosecha será de u$s 200, aunque prevé un pequeño rebote en el corto plazo. Es que los productores están reticentes a vender por debajo de ese valor.
El clima favorable en el país y en Brasil, sostienen los analistas, generará un excedente de oferta que derretirá los precios. El país vecino, por caso, prevé cosechar entre 65 y 67 millones de toneladas, pero algunos pronósticos elevan esa cifra a 70 millones. Eso repercutirá de forma negativa en los precios internacionales y locales.
Pero la baja de valores podría ser cubierta por la mejor cosecha, al menos parcialmente. La Argentina prevé una cosecha récord de 52 millones de toneladas, que podría elevarse a 54 millones si el clima acompaña, según Desiervi.
La comparación interanual es por demás alentadora. La cosecha del año pasado alcanzó los 33 millones de toneladas, afectada por la sequía. Esto, sumado a la crisis global, deprimió los ingresos del Fisco. Ahora, los derechos aduaneros crecerían, en conjunto, más del 40% interanual, según Bein.
Pero cada dólar que deja de ingresar se siente, en momentos en que la Argentina necesita cubrir un déficit tras el pago de intereses de deuda de u$s 13.000 millones y la disputa política por el Fondo del Bicentenario para hacer frente a vencimientos con reservas y la remoción del presidente del Banco Central, Martín Redrado, enrarecen el panorama financiero y alejan la posibilidad de endeudarse a tasas bajas.
Fuente: Esteban Rafele y Paula López, El Cronista; Cuenca Rural.