En Rosario el socialismo perdió votos y el kirchnerismo no logró hacer pie

Internas abiertas 2013.

El 70% votó a candidatos opositores a la gestión municipal. Muy fuerte avance del PRO, Boasso orilló los 60 mil votos y Cavallero quedó a 7 puntos de Capiello. A nivel provincial, Binner, otra vez fue el gran elector y gran ganador: 41% de los votos totales para que sea candidato a diputado nacional. Del Sel (23%) volvió a dejar tercero al Frente para la Victoria (20%).

El socialismo gobernante en Rosario sacó ayer el 28% de los votos en las internas abiertas a concejal de cara a las elecciones del 27 de octubre en el que se elegirán 13 ediles. Y si bien fue el frente más votado (112.961 sufragios) y tuvo el candidato más elegido (Miguel Ángel Capiello, con 80.520), redujo muy fuerte su caudal electoral ya que hace dos años había logrado el 52% de los votos rosarinos. Es que el capítulo local de los comicios de ayer dejó en claro el crecimiento opositor a la gestión municipal: el 70% de los rosarinos votó a candidatos a concejales opositores a la gestión de Mónica Fein.

Con el espaldarazo político que significa aparecer en los carteles al lado de Hermes Binner, el gran elector que tiene Santa Fe, y con el respaldo del presupuesto publicitario más grande, Capiello pudo arrasar en su interna (71%) dejando sus competidores (Martín Rosúa y Mónica Peralta) sin espacio para ocupar cargos expectantes para las elecciones generales.

Pero pese a que los números les sonríen, el socialismo de Rosario no tiene muchos motivos para festejar cuándo pasa el peine fino a los resultados. Por un lado, ven que mientras que el año pasado las gestiones de Antonio Bonfatti y Mónica Fein fueron muy golpeadas (inseguridad, escasez presupuestaria), el gobernador logró este año enderezar el barco y retomar el protagonismo político mientas que la intendenta todavía parece más a la deriva.

Pero además vieron como su rival de los últimos 15 años, Héctor Cavallero, fue el segundo pre-candidato a concejal más votado (60.621) y su impulso fue clave para lograr que el Frente para la Victoria quede segundo a 7 puntos (21%) del socialismo.

Pero también la lupa a los resultados deja caras largas en el kirchnerismo. Es que el justicialismo sigue necesitando a un no peronista, y hasta un ex menemista, como Cavallero para conseguir votos en Rosario. En efecto, si bien Cavallero lleva cuadros K de pura cepa en su lista, todos saben que la mayoría de los votos son propios del ex intendente.

No en vano, las listas “puras” del kirchnerismo (Chino Rosúa y Sebastián Artola), con mucho dinero del gobierno nacional para la campaña, sumaron apenas 20 mil votos. Y si a eso se le agrega que en Rosario Binner incluso superó el 40% de logrado a nivel provincial y que a Jorge Obeid le fue peor que en el promedio provincial, emerge que al kirchnerismo, que hace diez años que controla el país, sigue sin poder jugar fuerte en la ciudad.

La sorpresa de la elección fue sin lugar a dudas el rutilante debut de la escultural periodista de espectáculos Anita Martínez, que logró 41.360 votos (la cuarta más votada) impulsando a que el PRO quede como la tercer fuerza más votada (71.280 votos) y emergiendo como la gran ganadora en la interna al obtener el 60% de los sufragios.

Por el contrario, la dura derrota que sufrió la lista de Diego Guiliano (18.863 votos) no sólo dejó a Laura Weskamp, que iba segunda, fuera de carrera (fue la primer figura del PRO en la ciudad) sino que todo indica que al quedar tercero en la lista unificada deberá hacer un gran esfuerzo (de dinero y militancia) para apoyar la lista que liderará Anita en las generales porque, si la performance del partido de Mauricio Macri no es muy buena, corre el riesgo de pasar a la categoría de ex concejal.

Por su parte, el radical Jorge Boasso fue el tercer hombre más votado de la ciudad, con 58.704 votos. El concejal radical no competía con nadie en interna por eso haber logrado que esa cantidad de rosarinos lo vote casi a modo testimonial le da una muy buena base para pelear duro contra el gobierno municipal en las elecciones generales. Habrá que ver cuántos votos que fueron al radical Rosúa o los perdedores del PRO logra atraerlos a su boleta.

Todos saben que las elecciones del 27 de octubre son el paso obligado para llegar a la intendencia en 2015. Ayer el propio Cavallero ya dijo que deben trabajar para que en dos años los 7 puntos que los separan del socialismo sean en favor del Frente para la Victoria. Y por otro lado, Boasso sabe que si logra vencer ahora a la intendencia o al menos quedar segundo tendrá el margen político para negociar con el PRO una alianza de cara al 2015. Un entendimiento que tendrá que también lograr que los respalden muchos radicales, sobre todo los jóvenes que le dieron impulso a su candidatura y que se sienten ideológicamente más alejados del PRO de lo que está Boasso.

Fuente: Punto Biz.