UNA NUEVA DISPOSICIÓN DE LA ONCCA COMPLICA LA EXPORTACIÓN DE CEREALES.
Muchas veces, quizá las más, los exportadores venden mercadería que aún no han adquirido, porque descuentan que la conseguirán. Ahora, para el caso del trigo y el maíz, esto no podría ocurrir más. "Si alguien en Brasil me encarga 25.000 toneladas de trigo, pero sólo compré 2.000, no puedo ofrecerle más que esto, y lo más probable es que no le interese, más allá de los sobre-costos logísticos que implicaría".
Las grandes exportadoras de granos redactaban anoche una presentación ante la poderosa Oncca, a raíz de la resolución Nº 561/10, publicada ayer en el Boletín Oficial, acerca de los permisos de exportación de cereales (denominados ROE Verde).
En pleno conflicto por las secuelas de las diversas intervenciones oficiales sobre el maíz y el trigo (que afectaron principalmente al eslabón primario, el de los productores), y acusaciones de que el secretario de Comercio Interior Guillermo Moreno decide a dedo quién exporta y quién no, ayer la Oncca decidió intervenir más el comercio: a partir de ahora, para pedir una licencia de exportación, el exportador deberá acreditar no sólo tener ya comprada la mercadería, sino también a quién/es se la compró (con razón social, CUIT, dirección), cuántas toneladas, de qué cosecha, en qué fecha, con precio pactado y precio pagado, en el nuevo formulario DJ-005/C.
Muchas veces, quizá las más, los exportadores venden mercadería que aún no han adquirido, porque descuentan que la conseguirán. Ahora, para el caso del trigo y el maíz, esto no podría ocurrir más. "Si alguien en Brasil me encarga 25.000 toneladas de trigo, pero sólo compré 2.000, no puedo ofrecerle más que esto, y lo más probable es que no le interese, más allá de los sobre-costos logísticos que implicaría", objetaban ayer desde una firma exportadora.
"Se supone que esto es para chequear que se le compre a productores chicos, pero si un camión carga 38 a 40 toneladas, y un barco 40.000, ¿cómo se podrían presentar a priori los papeles sin que se trabe todo?", se preguntaba otro.
"Van a complicarse aún más las autorizaciones y las exportaciones, son más requisitos burocráticos", dijo un técnico. "Si en todos los contratos tanto las ventas primarias (de productores) como secundarias (de operadores, acopios) están intervenidas por la AFIP, ¿para qué hacer un control a priori?", agregó.
Según la norma, el formulario proveerá "información adicional para poder cumplir con el acuerdo triguero entrerriano (del 15 de diciembre pasado) y el bonaerense (del 13 de enero)", y rige para trigo pan a granel y embolsado, y maíz a granel y embolsado, no orgánicos.
"La comercialización del trigo se ha vuelto pública y corporativa -sentenció un acopiador-: un secretario de Estado dice cuánto trigo queda en el mercado interno, cuánto se puede exportar y quién puede proveerlo, y luego exportadoras y molinos se reparten esos cupos. Y no se entiende por qué extien den esto al maíz, del que no hay listas ni regionalización".
Fuente: Alejandra Groba, El Cronista; Cuenca Rural.