Chau Moreno: cautela en el campo y la oposición se quedó sin una bandera
Continúan los cambios.

La noticia los descolocó. Hasta pensaron que era una broma. Si bien venían insistiendo, en que lo importante es un cambio de políticas y no de nombres, los líderes de las gremiales agropecuarias festejaron en su fuero íntimo la renuncia de Guillermo Moreno como secretario de Comercio Interior. Si bien se mostraron cautelosos, no pudieron ocultar la esperanza de que el fin de ciclo del funcionario que “más daño le hizo al sector y al país” traiga, además, modificaciones en las “erróneas” políticas sectoriales.
La renovada expectativa se suma al anunciado recambio en el Ministerio de Agricultura. Esta tarde asumirá Carlos Casamiquela y la mesa de enlace le pedirá que los reciba en conjunto, algo que el saliente Norberto Yahuar no hizo desde enero de 2012.
Tras la salida de Moreno, el gran interrogante es conocer si se traducirá
en una flexibilización en los férreos controles que ejerció durante los últimos siete años sobre distintas actividades rurales.
“Se va el hombre que más daño le hizo en los últimos diez años a todas las actividades agropecuarias, desde el trigo y la carne hasta las economías regionales”, planteó ante El Cronista el presidente de Sociedad Rural. Luis Etchevehere. En ese diagnóstico coincidieron sus colegas de la mesa de enlace: Carlos Garetto (Coninagro), Rubén Ferrero (CRA) y Eduardo Buzzi (FAA), quien llegó a tildar la renunciado secretario como “cavernícola o fracasador serial”.
El líder federado incluso remarcó: “como primera impresión es una buena noticia. El tema es que no se trata de cambiar el collar sino de dejar de ser perro”. Es que, al igual que los otros referentes de las gremiales del campo, del mercado granario y la industria frigorífica, la gran incógnita pasa por conocer si “además de los nombres, se cambian o no las políticas”, sostuvo Ferrero.
“Moreno ha tenido un desgaste tan grande que la Presidenta tuvo que tomar esta decisión. Sin dudas abre una perspectiva diferente. Esperemos que estos gestos sirvan para acercar posiciones”, agregó Garetto.
Por su parte, Miguel Schiariti, de la Cámara de la Industria de la Carne (Ciccra) descree en que pueda haber cambios sustanciales en las políticas. “Da la sensación que es más de lo mismo. Hay que ver quién reemplaza a Moreno”, consideró.
Desde el mercado granario, en tanto, uno de los sectores más intervenidos por Moreno, evitaron hacer declaraciones, aunque dejaron traslucir una expectativa respecto de quién será quien tenga las riendas de la economía sectorial con los cambios.
El enfrentamiento con Moreno de los hombres de campo se arrastra arrastra desde abril de 2006, cuando se hizo cargo de Comercio Interior en medio del primer cierre de exportaciones decretado por el entonces presidente Néstor Kirchner. Se profundizó en el conflicto por la 125 y siguió sin solucionarse. Trigo y Carne son los dos grandes ejes en los que intervino Moreno de manera férrea, distorsionó los mercados con precios máximos y en los que consiguió resultados en las antípodas de lo que pregonaba.
“Todo fue un fracaso y los que más perjudicados fueron los productores y los consumidores”, sintetizó Buzzi.
La oposición
La oposición reaccionó ayer con dos caras frente a la sorpresiva salida de Guillermo Moreno. Hacia afuera, dirigentes del radicalismo, de UNEN, del PRO y del massismo festejaron la renuncia del secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, como si fuera la apoteosis del recambio de Gabinete, por considerar que las medidas que llevó adelante tuvieron un grave costo para el país. Pero en voz baja, eran varios los que reconocían que en términos políticos, la jugada de la presidenta Cristina Kirchner los dejaba mal parados y sin argumentos a la hora de las críticas, en especial a aquellos que como Sergio Massa había hecho de la inflación y de la salida de Moreno su bandera. Todos coincidían en que el efecto del gesto político, que muchos interpretaban anoche como una señal de la mandataria hacia adentro del peronismo de cara al 2015, se verá en el diagnóstico que haga en las próximos horas el flamante ministro de Economía, Axel Kicillof. Es que la renuncia del secretario no despejó dudas en el arco opositor sobre la posibilidad de que represente un verdadero cambio de políticas o un sinceramiento de la inflación. Y ya sin el chivo expiatorio, insistían en reclamar una modificación de fondo en la gestión del Gobierno.
Es el caso de Martín Lousteau. El diputado de UNEN –que supo enfrentarse con Moreno cuando era el titular de la cartera de Hacienda del kirchnerismo– consideró positiva la renuncia pero mostró cautela. “Me parece bien que renuncie, que lo echen, sería mucho mejor que no hubiera estado. Pero para resolver las cuestiones más profundas tenemos que esperar el diagnóstico del ministro de Economía”, advirtió en diálogo con TN. Según dijo, hay dos grandes problemas por resolver. “Uno es estructural: la inflación. Espero que sin Moreno sea más fácil reconocer estos problemas. El otro es coyuntural: la pérdida de reservas del Banco Central”, detalló.
Algunos dirigentes del PRO descreían anoche que la partida del funcionario sea la respuesta a una revisión crítica sobre la gestión del Gobierno por parte de la presidenta Cristina Kirchner. Y consideraban que nada va a cambiar. “Moreno era un instrumento más, no el autor de las políticas de este Gobierno. Mientras él perdió el autoabastecimiento de trigo, De Vido perdió el de combustibles. Mientras el Secretario de Comercio perdió 10 millones de cabeza de ganado, De Vido llevo los trenes a la tragedia de Once”, enumeró.
Coincidió con él la líder de la Coalición Cívica, Elisa Carrió. “Es una gran alegría, porque hay un fascista menos en el Gobierno. Pero todo seguirá igual o peor porque el ministro de Economía es Kicillof”, afirmó.
En el massismo, en tanto, se anotaban el punto y atribuían la jugada a la derrota electoral del 27 de octubre sufrida por el kirchnerismo, a la que ligan con la inflación. Pero al mismo tiempo, reconocían que la medida apuntaba a desmantelar el discurso económico del intendente de Tigre. A la hora de hacer declaraciones, Miguel Peyrano, ex ministro de Economía, y asesor del Frente Renovador, consideró que fue una decisión acertada. “Esto es expresión masiva de lo que expresó la sociedad en las últimas elecciones”, afirmó. Mientras que el jefe del bloque de ese espacio, Roberto Mouillerón, reclamó a la vez “un cambio en las políticas contra la inflación”.
Desde el sector de Ricardo Alfonsín se mostraban más optimistas por creer que en la dimisión estaba implícito el reconocimiento del problema inflacionario. Pero su Julio Cobos se permitió dudar sobre los motivos de un anuncio desdoblado. “Sorprende que no se haya anunciado en el día de ayer (por el lunes). Quizás ha sido la reacción de los mercados. O el condicionamiento que le están poniendo los organismos externos para el financiamiento, por el tema del Indec”, sugirió.
Fuente: Cronista | Punto Biz.