La devaluación impulsa el engorde para exportación
Menor poder de compra de los consumidores locales orientan los esfuerzos a terminar animales más pesados. Hoy las ventas externas son el 7% del destino de la producción.
Menor poder de compra de los consumidores locales orientan los esfuerzos a terminar animales más pesados. Hoy las ventas externas son el 7% del destino de la producción.
Tras la devaluación que permitió el gobierno nacional, cercana al 20% en el mes de enero, especialistas del sector ganadero local prevén un cambio en el esquema del negocio.
En esa línea, Víctor Tonelli aseguró que en los próximos meses habrá una oferta más reducida de ganado gordo liviano para faena con una demanda afectada por la caída del poder adquisitivo de los consumidores. Según indicó en el portal especializado Valor Carne, la invernada con ese destino sufrirá los efectos de un mercado más cauteloso, mientras que, por el contrario, los requerimientos de novillos con destino a exportación se encontrarán con bajos niveles de oferta, presionando sobre los precios, lo que va a estimular el engorde de animales por encima de los 490 kilos. Al mercado interno se direccionan animales por debajo de ese peso.
El aumento en las categorías de hacienda más pesada se verificó apenas liberada parcialmente la suba oficial de la divisa. Como publicó El Cronista en su edición del 28 de enero pasado, en las primeras jornadas tras la devaluación, los animales pesados fueron los que más aumentaron su valor en el Mercado de Liniers, aunque arrastraron también a las categorías más livianas, lo que ejerció presión también en los precios de la hacienda en el mercado interno.
Todo ese movimiento motivó a una reunión con el sector, el viernes pasado, que encabezó el secretario de Comercio Interior, Augusto Costa, para buscar que el producto retraiga sus precios a los niveles previos a la suba del dólar.
Si se toman los valores de la hacienda pesada en enero, se verifica una suba de 18% en los novillos de entre 491 kilos y 520 kilos, y de 31% los que pesan más de 520 kilos. En paralelo, las vacas para conserva producto básicamente de exportación aumentaron 20% en el caso de las buenas, y 27% las regulares.
Si a las proyecciones de mejores precios para las ventas externas de animales pesados se suma una expectativa de que el regreso de las lluvias aumente la oferta forrajera para alimentar a los animales, la ecuación se vuelve más atractiva aún para los ganaderos.
En 2013, las exportaciones representaron el destino de sólo el 7% de la producción nacional de un país que supo liderar el comercio internacional. La situación no es esta vez adjudicable a los controles sobre las ventas externas que lleva adelante el gobierno nacional desde 2006, sino que el retraso cambiario que denunciaba la cadena de ganados y carnes fue el principal motivo de que las exportaciones fueran las cuartas más bajas de los últimos 54 años, según indica el último informe sectorial presentado por la Cámara de la Industria, Ciccra. Ahora, si la suba de los precios no motiva nuevas restricciones del Gobierno a las exportaciones de carne, los envíos al exterior podrán crecer.
Sin embargo, el ganado argentino aún es 20% más caro que en Brasil, Uruguay y Paraguay. Según el especialista Miguel Gorelik, las retenciones y la barata explican la diferencia.
Fuente: Cronista Comercial