Los productores vuelven a subir la guardia
A pocas semanas del ajuste cambiario comenzaron a encenderse luces amarillas en el agro como consecuencia de que en el Ministerio de Economía de la Nación se estaría evaluando la alternativa de un incremento en las retenciones sobre la soja.
A pocas semanas del ajuste cambiario comenzaron a encenderse luces amarillas en el agro como consecuencia de que en el Ministerio de Economía de la Nación se estaría evaluando la alternativa de un incremento en las retenciones sobre la soja.
La variante que se barajaría -según llegó a conocimiento de las entidades del sector- es subir cinco puntos los derechos de exportación para el poroto (actualmente en el 35 por ciento). Esto con la idea de fijar, como contrapartida, una mejora para el trigo, de modo de incentivar una recuperación del área sembrada mediante una reducción de las retenciones para este cereal.
Pero, con la cosecha y las divisas de la soja a la vuelta de la esquina, la supuesta promesa de desvestir a un santo para vestir a otro acrecienta la desconfianza y el enojo de los productores.
Se lee que un avance sobre el ingreso de los granos se conecta más con las urgencias monetarias y fiscales -y la sangría que sufren las reservas del Banco Central-, antes que con el objetivo productivo de dar impulso a la siembra de trigo.
Rechazo de Cartez
Las especulaciones sobre las retenciones dieron lugar esta semana en Córdoba a un duro pronunciamiento de rechazo por parte de la Confederación de Asociaciones Rurales de la Tercera Zona (Cartez).
La entidad llevó el tema al consejo directivo de Confederaciones Rurales Argentinas, que sesionó el miércoles en Buenos Aires. Cuando se debatió el punto, entre las 13 entidades de segundo grado presentes predominó la opinión de que los productores resistirán.
Según Cartez, "sería la chispa que encendería de manera inmediata una nueva explosión de reclamos ruralistas". Así lo hizo saber en un comunicado en el que señala "su más enérgico rechazo y repudio a cualquier intento de continuar castigando a la producción con medidas que agravan la ya complicada realidad sectorial, sometida a una obscena y asfixiante presión tributaria que limita la expresión de su verdadero potencial productivo".
La entidad advirtió que "el campo argentino sólo piensa en producir, pero no dudará ni escatimará acciones al momento de tener que salir a defenderse ante un nuevo e injustificado ataque".
Más allá de un virtual perjuicio de orden sectorial para los productores, los ruralistas advierten que será imposible evitar la profundización de la crisis económica y social sin un plan que ponga la mira en un clima propicio para la inversión y que se fomente la confianza, en un marco de austeridad en el gasto público, emisión monetaria limitada y control de la inflación.
También se alude a la reestructuración del actual sistema impositivo, que contemple la eliminación de retenciones a las exportaciones y la supresión de las restricciones comerciales. En la mayoría de estos puntos, el agro tiene un respaldo en los principales referentes de la oposición.
Fuente: Carlos Petroli - La Voz del Interior