Un mes positivo para los granos
Febrero termina con optimismo para el productor, en un contexto de precios recuperados. Hay mejores perspectivas para un año que empezó complicado.
Febrero termina con optimismo para el productor, en un contexto de precios recuperados. Hay mejores perspectivas para un año que empezó complicado.
Febrero termina dejando un saldo más que positivo para el productor. La suba de precios para los principales productos que se siembran en nuestro país mejoran considerablemente los márgenes, especialmente en el caso de la soja.
La precampaña para la oleaginosa venía al límite. Durante la segunda mitad de 2013 los precios testearon los 300 dólares por tonelada pero no pudieron atravesarlos. El inicio de 2014 arrancó en baja. La depreciación del tipo de cambio trajo un primer respiro para el productor que se había financiado en pesos. Pero no había grandes expectativas de una mejora del precio medido en dólares.
El actual mes arrancó con una posición mayo con una cotización de 290 dólares por tonelada en el Mercado a Término de Buenos Aires (Matba). Desde aquel momento, la cotización subió casi día a día (13 jornadas al alza y sólo cinco a la baja) y hoy se ubica por arriba de los máximos registrados desde que comenzó a operar hace más de un año.
¿Qué cambió en el medio? Chicago tuvo un movimiento alcista muy fuerte, con entrada de fondos especulativos de por medio, que rompió varias resistencias a su paso. La incesante demanda por parte de China hace crujir los ajustados stocks estadounidenses y la cosecha sudamericana presentó algunas señales de que no sería tan alta como se esperaba en un principio, aunque se descuenta que será abundante.
La lucha por área en Estados Unidos también comenzó a jugar, teniendo en cuenta que la soja muestra inventarios más ajustados respecto al maíz y el trigo, lo cual incentiva a una suba de precios mayor para la oleaginosa.
¿Es sostenible el actual panorama en el mediano plazo? Si Chicago convalida estos valores, la perspectiva de un balance norteamericano ajustado y el próximo mercado climático le darán sostén a los precios, pero a nivel local, hay que tener presente el impacto que puede tener el ingreso de la cosecha.
Con tasas de interés altas y dificultades para conseguir financiación, habrá mayor presión de venta que ciclos anteriores, para cubrir gastos. No obstante, el impacto será menor al esperado semanas atrás, teniendo en cuenta que con la suba del precio, se necesita vender menos soja para cubrir el mismo nivel de gasto.
Maíz. El cereal también tuvo su revancha. La posición abril del Matba arrancó en zona de 156 dólares, para terminar por encima de los 162.
Si bien son los valores más altos del año, todavía no llegan a los máximos del semestre anterior. Como dato para seguir, se amplió el inverso abril-julio, dando la pauta que se espera el grueso de la cosecha de manera tardía.
Trigo. Tuvo un mes tranquilo, y sin hacer demasiado ruido, recuperó prácticamente todo el valor que había perdido tras la devaluación de fines de enero.
La apertura de un nuevo cupo de exportación anunciada esta semana le dio renovado impulso al mercado, que para la posición julio próximo en el Matba volvió a ubicarse por encima de los 250 dólares por tonelada.
Aprovechar el cierre del mes para hacer un balance fino de cuánto se lleva vendido de cada producto y cuánto se necesita vender a cosecha.
El nuevo panorama de precios alivia las obligaciones y permite pensar mejor las distintas alternativas. Ante un escenario de volatilidad, priorizar estrategias flexibles.
Fuente: Juan Morelli | La Voz del Interior