Secuencian genoma de una pastura clave
Investigadores de la Argentina y Australia lograron secuenciar el genoma de una especie forrajera nativa del país y silenciar genes de lignina, que afectan a la digestibilidad de esta gramínea estival.
Investigadores de la Argentina y Australia lograron secuenciar el genoma de una especie forrajera clave para la ganadería.
Investigadores de la Argentina y Australia lograron secuenciar el genoma de una especie forrajera nativa del país y silenciar genes de lignina, que afectan a la digestibilidad de esta gramínea estival. El resultado del estudio promete impactar fuerte en la productividad ganadera, porque cada punto de reducción de lignina podría significar una mejora del 21 por ciento en la producción de leche o carne, según informó la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires (FAUBA), que realizará las pruebas a campo.
Se trata de pasto miel, una especie adaptada a diferentes ambientes, tolerante a humedad excesiva y a sequías.
El trabajo fue publicado en la revista científica internacional Plos One y su autora principal es la bióloga Andrea Giordano, quien luego de desempeñarse como investigadora en la cátedra de Genética de la FAUBA se doctoró en la universidad La Trobe, de Australia.
Como resultado de las investigaciones, se obtuvieron materiales transgénicos de los cultivares Primo y Relincho, desarrolladas por la Facultad de Agronomía de la UBA.
Tras ser analizados molecularmente en Australia, serán evaluados en condiciones de campo en la Argentina.
"Nos interesaba conocer información que pudiera mejorar la calidad (en particular la digestibilidad) del pasto miel, una especie nativa adaptada a los ambientes pastoriles como la depresión del Salado, provincia de Buenos Aires", explicó Giordano desde Minas Gerais, Brasil, donde realiza un posdoctorado.
El pasto miel (Paspalum dilatatum poir), conocido en Australia y en Estados Unidos como Dallissgrass, es una gramínea perenne originaria de los pastizales naturales de la Pampa Húmeda, la Mesopotamia argentina y Uruguay, cuyo valor forrajero se basa en su productividad y en la palatabilidad para el ganado.
Una de sus principales ventajas, según los investigadores, es su capacidad para sobrevivir a las altas temperaturas, en un contexto del cambio climático y calentamiento global.
Por esta razón, estiman que los cultivos obtenidos podrían ser una buena alternativa para los productores ganaderos en los próximos años.
Fuente: Ambito Financiero