Cóctel cortoplacista para la ganadería
El consumo interno de carne vacuna se sostiene en una mayor faena de hembras combinada con restricciones a la exportación. En lo que va del presente año el consumo interno de carne bovina se sostiene en una mayor faena de hembras combinada con una creciente restricción a las exportaciones.
El consumo interno de carne vacuna se sostiene en una mayor faena de hembras combinada con restricciones a la exportación.
En lo que va del presente año el consumo interno de carne bovina se sostiene en una mayor faena de hembras combinada con una creciente restricción a las exportaciones.
En el primer semestre de este año la faena de hembras en todo el territorio nacional argentino fue de 2,75 millones de cabezas, una cifra 6,6% superior a la del mismo período de 2013, según datos del último informe mensual de la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina (Ciccra). En cambio, la faena de machos fue de 3,30 millones de cabezas (-5,9%).
Es decir: la participación de las hembras en la faena pasó de 42,4% a 45,5% entre ambos períodos (ver gráfico).
En los primeros seis meses de este año se faenaron en total 6,05 millones de cabezas (-0,6% que en enero-junio de 2013) para producir 1,32 millones de toneladas de carne res con hueso (-3,5%). Tal caída se explica por una baja del peso medio de faena.
En el primer semestre de 2014 la participación de la exportación en la producción total de carne bovina fue de apenas 6,2% versus 6,9% y 7,3% en el mismo período de 2013 y 2012 respectivamente. En enero-junio de 2011 y 2010 había sido de 10,6% y 12,2%.
En los primeros seis meses de este año el consumo estimado interno de carne vacuna fue en promedio de 61,9 kg/habitante contra 61,0 y 56,8 kg/habitante en el mismo período de 2013 y 2012.
En definitiva: el mantenimiento del nivel actual de consumo interno de carne vacuna está fundamentado en una mayor faena de vientres –la fábrica de terneros de la industria ganadera– combinada con una política de destrucción de valor en el sector exportador (que se paga con menos empleos, pérdida de mercados, menor ingreso de divisas, incumplimiento de la “cuota Hilton” y deterioro de la imagen argentina).
Fuente: Valor Soja