Una década con poco para festejar
Décadas atrás, la Argentina era el principal proveedor de carne vacuna a Brasil. Hoy las exportaciones se han reducido al mínimo. Según estadísticas del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), en el año 2003 había 224 mil establecimientos ganaderos registrados.
Décadas atrás, la Argentina era el principal proveedor de carne vacuna a Brasil. Hoy las exportaciones se han reducido al mínimo.
Según estadísticas del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), en el año 2003 había 224 mil establecimientos ganaderos registrados. Este número creció hasta los 237 mil en 2005, momento a partir del cual el número no deja de caer, hasta llegar a los 210 mil establecimientos en 2010.
Desde ese momento, y pese a que el stock ganadero ha vuelto a crecer, el número de establecimientos sigue reduciéndose, hasta tocar un mínimo de 204.500 establecimientos a marzo del 2014.
Un lector nos observa que si el stock ganadero ha caído en 6,5 millones de cabezas y tenemos desde 2005 32.500 establecimientos menos registrados, debería calcularse la caída del empleo en el sector ganadero, y esta pérdida agregarla a los 15 mil empleos que se calcula se han perdido en la industria frigorífica. Al menos para la ganadería vacuna, no ha sido la década “ganada”.
Preñadas a faena
En un reciente seminario ganadero, un comprador de vacas conserva y manufactura (por cuenta de frigoríficos e invernadores) sostuvo que el 30 por ciento de las vacas que se venden en las ferias estarían preñadas, la mayoría de menos de cuatro meses.
Otro comprador afirmó que ese porcentaje varía según la zona del país, pero que él lo calcula en un 25 por ciento.
Se le pidió opinar al jefe de compras de hacienda de un importante frigorífico, quien estimó en un 20 por ciento el número de vacas que llegaba al momento de la faena preñadas.
“Muchísimos productores tienen los toros sueltos todo el año y no realizan tacto, por lo que un importante número de vacas viejas o que no presentan ternero al pie y que se venden están preñadas. He conocido a un importante comprador de vacas de la Cuenca del Salado que tactaba y boqueaba en la misma feria todo lo que compraba como conserva, gorda o manufactura, y derivaba los vientres preñados a un par de campos alquilados”, comentó el representante de la industria.
Sin embargo, las tres opiniones coincidieron en que en los últimos tres años el porcentaje de vacas que se envían preñadas a faena ha caído con respecto a los altos niveles de los años 2006-2009, de liquidación ganadera.
Perdimos el Mundial
Entre enero y mayo, Brasil importó 19 mil toneladas (peso producto) de carne vacuna. De ese volumen, el 80 por ciento se explica por las ventas de Paraguay y Uruguay, quedando para la Argentina una participación de sólo 10 por ciento (1.900 toneladas), seguido muy de cerca por Australia (siete por ciento).
Hace un par de décadas, Argentina era el primer proveedor de carne de Brasil, antes que este país se convirtiera en el primer exportador mundial; en un pasado reciente, nuestro país llegó a ser el primer proveedor de picanha (tapa de cuadril), maminha (colita de cuadril) y bife angosto de las principales churrasquerías de San Pablo y Río de Janeiro.
Pero en los últimos años, las exportaciones de cortes finos a Brasil –como todo el resto de las exportaciones de carne vacuna– se han reducido al mínimo.
Se calcula que hoy la industria frigorífica nacional le vende a nuestros vecinos sólo entre 300 a 400 toneladas de cortes finos por mes.
Se esperaba que para el Mundial de Fútbol se incrementaran las importaciones de cortes finos de Brasil, pero nos dicen los importadores que eso no sucedió.
Remates
Jesús María. El pasado lunes se registró un ingreso total de 710 cabezas en las instalaciones de la Sociedad Rural. Con una oferta más acotada que la habitual, los operadores informaron que se trabajó con valores firmes para todas las categorías de hacienda de consumo. En invernada, los precios fueron razonables, en función de lo regular de la oferta.
Así, los novillitos cotizaron entre 17,60 a 19,74 pesos por kilo; novillos, 16,00 a 17,28; vaquillonas, 16,96 a 19,10; vaca buena, 9,69 a 10,90; especial, 11,36 a 12,50; conserva, 7,60 a 8,60; manufactura, 8,58 a 9,00; toros buenos, 11,90 a 13,38; toros, 11,04 a 13,38; terneros y terneras de invernada, de 17,50 a 18,00.
Fuente: Ignacio Iriarte | La Voz del Interior