SIGUE EL FRENO A LAS EXPORTACIONES DE CARNE Y LOS GREMIOS TEMEN DESPIDOS.
A pesar de las promesas de diferentes ministros, que invocaron órdenes superiores de la presidenta Cristina Kirchner, Guillermo Moreno siguió moviéndose ayer como amo y señor en el negocio de la carne. Las exportaciones continuaron bloqueadas como manera de presionar a la industria frigorífica para que firme un nuevo acuerdo de precios para el mercado doméstico.
A pesar de las promesas de diferentes ministros, que invocaron órdenes superiores de la presidenta Cristina Kirchner, Guillermo Moreno siguió moviéndose ayer como amo y señor en el negocio de la carne. Las exportaciones continuaron bloqueadas como manera de presionar a la industria frigorífica para que firme un nuevo acuerdo de precios para el mercado doméstico. En este contexto, varias empresas amenazaron con detener la faena y licenciar al personal. Los gremios del sector advirtieron que corren peligro 15.000 puestos de trabajo.
La estrategia de Moreno puede definirse en dos palabras: pura presión. Ayer, al menos, la Aduana, a cargo de Ricardo Echegaray, dio algo de formalidad al cierre de las exportaciones de carne, que desde el sábado se aplicaba solo de palabra. Esta vez, el organismo envío un correo electrónico a sus delegaciones con instrucciones algo más precisas: "Por orden de la superioridad se ordena suspender el embarque de todos los contenedores con carne que no sean Cuota Hilton".
Pero Moreno fue más allá: ayer mandó a la ONCCA anular todos los ROE (permisos de exportación) que estaban en trámite. Y envió a las cámaras de la industria una nueva planilla, a la que bautizó "Pre ROE". En criollo, será el titular de Comercio Interior quien a partir de ahora dé el visto bueno inicial a cada embarque de carne.
Por la tarde, la cúpula de la Mesa de Enlace estuvo analizando una respuesta a esta ofensiva, temerosa de que el bloqueo de las exportaciones termine marchitando la recuperación de los precios de la hacienda. A los dirigentes que pedían un inmediato paro ganadero se impusieron los más moderados. El bloque rural decidió pedir una audiencia urgente con Cristina Kirchner, como última opción para evitar el regreso del conflicto.
Ayer Moreno mantuvo varias reuniones con representantes de la industria exportadora, que se muestra acorralada y -aún con resistencias- resignada a firmar el nuevo pacto de precios que impulsa el funcionario. La negociación seguirá en las próximas horas. Los frigoríficos pretenden levantar algo los precios "sugeridos" por Moreno, que en el caso del asado serían de 10,5 pesos por kilo. Y es que con el actual precio del novillo (de 6 a 7 pesos por kilo vivo), perderían plata. La otra opción sería bajar violentamente el valor de compra del ganado, a entre 5 y 5,50 pesos por kilo vivo.
"Toda la industria está en vilo y viendo cómo se resuelve esta situación", confesaron en una de las principales empresas del sector, donde no se descartaba el cierre de algunas plantas de faena. Ayer, los frigoríficos Maciel y Catter Meat no aguantaron y bajaron sus persianas.
El titular de la Federación Gremial de la Industria de la Carne, José Alberto Fantini, agregó que en "algunos establecimientos del sector ya hubo despidos y en otros se adelantaron las vacaciones" del personal. Según el sindicalista, corren peligro 15.000 empleos. En el Ministerio de Trabajo habrá hoy una reunión de funcionarios, gremios y empresarios, en busca de medidas que eviten ese final.
Fuente: Matías Longoni, Clarín; Cuenca Rural.