LA GRAN COSECHA DE SOJA PONE EN JAQUE LOS PRECIOS.
La cosecha de la Argentina fue proyectada en 53 millones de toneladas, sin cambios con respecto a lo ponderado en enero y febrero, aunque la Bolsa de Cereales de Buenos Aires estima que se alcanzarán los 53,5 millones de toneladas. Así, la oferta combinada de soja de la Argentina y Brasil aumentará en esta temporada un 35% en relación con el año anterior, en tanto que el maíz experimentará un crecimiento del 9,1%.
Las estimaciones productivas de la cosecha de soja en el mundo se siguen incrementando, poniendo en jaque las cotizaciones para esta oleaginosa en el corto plazo. A la acotada reducción de 50 mil toneladas de la cosecha norteamericana de un mes al otro anunciado por el Departamento de Agricultura (USDA), las 100 mil toneladas de Paraguay y el recorte de 50 mil toneladas en la India, se contrapone el incremento de un millón de toneladas en Brasil, que lograría en esta campaña un récord de 67 millones de toneladas, con un avance en la recolección que ya supera el 50% del área.
La cosecha de la Argentina fue proyectada en 53 millones de toneladas, sin cambios con respecto a lo ponderado en enero y febrero, aunque la Bolsa de Cereales de Buenos Aires estima que se alcanzarán los 53,5 millones de toneladas. Así, la oferta combinada de soja de la Argentina y Brasil aumentará en esta temporada un 35% en relación con el año anterior, en tanto que el maíz experimentará un crecimiento del 9,1%.
En febrero último, China importó 2,95 millones de toneladas de soja, de acuerdo con la información preliminar de la oficina de aduanas de ese país. Esta cifra representa una merma del 9,5% respecto de idéntico mes del año anterior. En lo que va de 2010, China ya importó 7,03 millones de toneladas, lo que implica un aumento del 12% en relación con el mismo período de 2009. La tasa de inflación de febrero de esta nación alcanzó un 2,7%, el nivel más elevado de los últimos 16 meses, y bastante por encima del 2,3% que esperaban los analistas con anterioridad a la confirmación del dato.
Esta tasa de precios al consumidor sugiere la posibilidad que China podría incrementar la tasa de interés interna, con el propósito de desacelerar su crecimiento económico, medida que significaría una mala noticia para los mercados de materias primas en general. En enero, la tasa de inflación llegó al 1,5% y la tasa anual ahora proyectada alcanzaría un 32%, una cifra que sin dudas preocupa a los líderes políticos de esta potencia.
Según la visión oficial, China logrará buenos resultados en sus cultivos de verano de esta temporada, a pesar de la sequía que afectó la región del sudoeste de este país. Esta zona no produce una relevante cantidad de granos sino que se trata fundamentalmente de una región productora de caña de azúcar. Los cultivos de verano contabilizan el 30% del total producido por este país. El cultivo de trigo de invierno se expandió en esta temporada en 187 mil hectáreas con una cobertura total de 22,2 millones de hectáreas.
El mercado entrará ahora en una etapa en la que interesará simultáneamente lo que acontezca en los EE.UU. y en nuestra región. La cosecha sudamericana sigue avanzando y se generalizará en pocas semanas más, en tanto que EE.UU. ha comenzado su etapa de siembra de los cultivos de verano. Hubo algunas preocupaciones -bastante injustificadas a esta altura- que anunciaban la posibilidad de demoras en la implantación del maíz por efecto del clima húmedo que se pronostica.
Es cierto que el progreso de siembra está ligeramente retrasado, aunque hay tiempo de sobra como para que esta circunstancia no afecte los cultivos. Sí es cierto que en algunas zonas, la tarea se podría demorar un poco más que lo habitual, pues los farmers necesitan preparar los suelos, tarea que quedó postergada el año anterior por culpa de la demora en la recolección y las lluvias. También hay que tomar en cuenta que algunos productores locales deberán cosechar el maíz que quedó de una temporada a la otra, antes de iniciar la actividad de siembra.
Las demoras en la implantación y el arranque inicial de los cultivos norteamericanos, además del avance final de la cosecha sudamericana generarán un clima de mucha volatilidad en el mercado de granos. En trigo, el último informe del USDA trajo pocos cambios en el balance de oferta y demanda mundial. Nuestro país aumenta en 600 mil toneladas su producción según este organismo, aunque esta cifra se encuentra muy lejos de los 18 millones de toneladas producidos el año anterior.
La baja productividad de la Argentina está siendo aprovechada por otros competidores. EE.UU. ya vendió en lo que va de este ciclo 214 mil toneladas y el año pasado las compras de trigo norteamericano por parte de nuestro país vecino totalizaron 772 mil toneladas. Las nuevas compras se ven amenazadas por un conflicto comercial entre ambos países en torno de las importaciones de algodón norteamericano. En nuestro país, luego del mal resultado comercial de esta campaña, muchos productores optarán por financiarse con maíz o soja, embolsando el trigo, con el objetivo de comercializarlo en el curso del segundo semestre del año.
Fuente: Ricardo Baccarín, Ámbito Financiero; Cuenca Rural.