Volatilidad en un mercado que lucha entre alzas y bajas.
Este escenario es típico de mercados que están agotando su tendencia y deberíamos ser prudentes. Los precios de los granos no están aptos para cardíacos. Más allá de haber iniciado la semana con fuertes bajas que se revirtieron luego en las últimas ruedas, en la operatoria intradiaria hubo jornadas de fuertes bajas que terminaron revirtiéndose en cierres positivos y viceversa.

Este escenario es típico de mercados que están agotando su tendencia y deberíamos ser prudentes.
Los precios de los granos no están aptos para cardíacos. Más allá de haber iniciado la semana con fuertes bajas que se revirtieron luego en las últimas ruedas, en la operatoria intradiaria hubo jornadas de fuertes bajas que terminaron revirtiéndose en cierres positivos y viceversa. Este escenario es típico de mercados que están agotando su tendencia y deberíamos ser prudentes, ya que venimos de una suba importante en octubre, y de alzas más modestas en noviembre.
Al analizar los fundamentos vemos tres grupos: los que ya deberían estar tomados en los precios, los que se están introduciendo ahora y los que esperamos tengan peso al momento en el que entrará la cosecha nueva de la Argentina.
Lo que ya debería estar descontado en los niveles de precio es el tamaño de la cosecha norteamericana. Es más, el miércoles se publicará el reporte del USDA de diciembre, y se espera que no haya cambios en las proyecciones de producción. Esto confirmaría una cosecha récord de maíz y soja. El mercado había bajado mucho al introducir estos factores al precio. Posiblemente, los fondos especulativos incluso hayan llevado el mercado demasiado abajo por una cuestión de expectativas, y gran parte de la reversión posterior haya sido una corrección.
Los factores que están ahora en discusión, y que por lo tanto se están introduciendo a los precios, son la reacción de la demanda, que ante precios más bajos está muy incentivada. Las exportaciones semanales de Estados Unidos volvieron a sorprender tanto en poroto como en maíz. Esto debería llevar a que el USDA la reconozca y los stocks bajen. Pero al mismo tiempo el clima sudamericano se ha recompuesto, y se espera una producción importante de soja, lo que limita los precios.
Más allá de todo esto, lo que en marzo/mayo estará pesando en los precios, al momento en el que se estén cosechando el maíz y la soja de Argentina, será la implantación en Estados Unidos. Los primeros indicios apuntan a una nueva baja de área de maíz y un alza en la de soja. Por eso, no deberíamos dejar pasar la oportunidad de capturar la suba de precios de soja en EE.UU. En el caso del maíz, podemos esperar algo más.
Sobre todo esto tenemos la situación del entorno macroeconómico en el mundo: la baja del petróleo parece haber quedado atrás, pero no podemos menos que reconocer su debilidad, y el cambio de paradigma de un mercado con energía cara a uno con precios más bajos, aunque no "baratos". Esto reducirá el consumo de biocombustible en la porción no mandatoria, es decir, en países donde el uso se guía por la relación de precios de los combustibles tradicionales sobre la base de petróleo y los del biocombustible. Como hablamos de bienes relacionados, si el precio del petróleo baja, los de los biocombustibles no podrían sostenerse. Pero además de esto, el dólar se sigue revaluando y esto es un problema para todos los commodities.
En lo que hace al trigo, hay problemas productivos en Europa del Este y en EE.UU. por baja cobertura de nieve, y temperaturas que podrían afectarlo. Para ver el impacto real de esto habrá que ver cómo salen los cultivos del Hemisferio Norte en la primavera, pero el mercado ya empieza a anticiparse.
De todas formas, esto no se traslada a la Argentina, donde los exportadores están ya pidiendo 1,2 mill./t de ROE Verde que se les otorgaron, pero tienen comprados 3 mill./t de trigo, es decir, el doble de ese saldo. En estas condiciones es imposible que este mercado repunte. Lo que es incomprensible es por qué con un saldo exportable cercano a los 5 mill./t no se otorgaron más ROE Verde.
Fuente: Dante Romano | Ambito Financiero