El trigo muestra dos realidades
El cereal fue protagonista en el mercado de Chicago. A nivel local, el precio reflejó otro comportamiento. Ayer, el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (Usda) dio a conocer su reporte de exportaciones estadounidenses para la semana finalizada el jueves 11.
El cereal fue protagonista en el mercado de Chicago. A nivel local, el precio reflejó otro comportamiento.
Ayer, el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (Usda) dio a conocer su reporte de exportaciones estadounidenses para la semana finalizada el jueves 11.
Las ventas externas de soja y maíz se ubicaron en línea con las expectativas previas al informe, pero las de trigo y subproductos de soja superaron el rango esperado, esgrimiéndose como un factor alcista en las cotizaciones de ambos productos.
A nivel mundial se espera una mayor producción de trigo en Canadá y algo más en Australia, alcanzando un plus de cuatro millones de toneladas inesperadas que ajustaron al alza los suministros globales. Al margen de esos datos, durante el transcurso de la semana la alarma la encendió Rusia. Las cotizaciones en CBOT alcanzaron ayer un nuevo máximo de seis meses, hallando sus razones en compras técnicas de los fondos de inversión (se estiman unos 12.000 contratos de trigo) y por la incertidumbre en torno a un posible recorte de las exportaciones rusas de este cereal.
Fuentes oficiales del país del hemisferio norte aseguran que se están desarrollando reuniones con el sector exportador en pos de formalizar las medidas en cuanto a las restricciones de ventas externas, que incluirían controles de calidad. Aún se desconoce si sus efectos se harían extensivas a países como Egipto y Turquía, que podrían recibir una tratativa especial por su calidad de socios estratégicos en el comercio de trigo.
¿Y por casa?
Muy lejos de la paridad, a nivel local el valor que se absorbió de estas ganancias externas fue prácticamente nulo. Por ser un mercado muy poco correlativo con el FOB, adjudicando dicha situación a su tinte político ya conocido en cuanto a las restricciones por cupos de exportación.
Lo cierto es que con una cosecha nacional de trigo que actualmente alcanza más del 65 por ciento de avance, el Ministerio de Agricultura de la Nación elevó las estimaciones a 13,2 millones de toneladas, que asegurarían cómodamente el abastecimiento interno.
Si partimos del análisis de lo que está sucediendo en las últimas semanas con las bajas del petróleo y de las cotizaciones poco alentadoras de la soja, se puede esgrimir que la caída de los precios de las materias primas está estrechamente relacionada con la apreciación del dólar.
La firmeza de la moneda estadounidense se digiere como un factor influyente y de trasfondo del mercado agrícola, que excede los fundamentos coyunturales y que tenemos la certeza de que llegó, sin fecha cierta de retiro.
Según la mirada analítica económica, el gobierno de Estados Unidos, a partir de la crisis subprime, habría llevado a cabo una política monetaria laxa con inyección de dinero para sanear las finanzas del país.
Lo que está sucediendo desde mediados de este año es que se está terminando ese mecanismo de ingreso de dólares al mercado, apreciándose de esa manera los commodities financieros que absorben las inversiones y que antes se refugiaban en los futuros de materias primas.
Fuente: Florencia Boglione | La Voz del Interior