SANTA FE PAGA LOS COSTOS DEL FRENO DE CHINA A LAS IMPORTACIONES DE ACEITE.
Si bien trascendió que el país asiático podría levantar la medida en mayo, de extenderse a lo largo del año representaría unos 1.600 millones de dólares en divisas para el país, y de los cuales el Estado provincial se vería afectado entre 50 y 60 millones de dólares por la reducción de la coparticipación del fondo sojero y de entre 15 y 18 millones de dólares el conjunto de municipios y comunas santafesinas.
La decisión de China de frenar la importación de aceite de soja de mantenerse en el tiempo tendrá un fuerte impacto en la región, ya que desde el complejo oleaginosa de Rosario sale el 98% de esa producción.
Si bien trascendió que el país asiático podría levantar la medida en mayo, de extenderse a lo largo del año representaría unos 1.600 millones de dólares en divisas para el país, y de los cuales el Estado provincial se vería afectado entre 50 y 60 millones de dólares por la reducción de la coparticipación del fondo sojero y de entre 15 y 18 millones de dólares el conjunto de municipios y comunas santafesinas.
Pese a las gestiones diplomáticas y las presiones sectoriales, la postura de China pareciera más firme que en años anteriores, cuando tomó medidas similares en torno al mes de febrero para arbitrar a la baja en el precio internacional del aceite. El ministro de Agricultura, Julián Domínguez, hablará hoy sobre el tema en el Congreso nacional y seguramente mañana será de la partida cuando arribe a la ciudad para participar del tradicional remate de soja.
Otros sectores preocupados. En este contexto, entre los industriales de la región relacionados con sectores sensibles como textil, calzado y electrodomésticos crece la preocupación de que puedan convertirse en moneda de cambio en las negociaciones, ya que el país asiático expresó su malestar en torno a las protecciones paraarancelarias que dispuso Argentina desde la gestión de Néstor Kirchner para proteger a estos rubros, la mayoría de mano de obra intensiva.
Algunos exportadores de Argentina embarcaron aceite de soja hacia China y otros se negaban a hacerlo luego que Pekín aplicara restricciones al ingreso del producto en medio de una puja comercial, dijeron ayer preocupadas fuentes del sector.
China es el mayor cliente de aceite de soja que tiene Argentina, primer proveedor mundial, pero desde hace dos semanas el negocio quedó inmerso en la incertidumbre. "Están saliendo barcos con aceite de soja. Algunas empresas tomaron la decisión de mandarlos igual, otras no. Las firmas que sí lo están haciendo lo hacen ateniéndose al riesgo de que lleguen allá y no lo reciban", dijo una fuente de la exportación.
La soja y sus derivados son el principal producto de exportación que tiene Argentina y se estima que este año generarán ingresos por 17.000 millones de dólares.
El año pasado, el país sudamericano exportó al gigante asiático 1,84 millón de toneladas de aceite de soja por 1.400 millones de dólares, equivalentes al 77% de las importaciones totales de China.
Pese a que hay operadores que apuestan a una solución rápida, varias fuentes de la industria exportadora argentina dijeron ayer estar preocupadas por el cortocircuito comercial.
"No estamos embarcando desde que está el problema, desde el 31 de marzo. El gobierno argentino se está moviendo, pero está difícil la negociación. Hay que esperar a ver cómo evolucionan las negociaciones esta semana", afirmó una fuente del sector agroexportador antes de agregar que sería muy difícil para Argentina reemplazar el mercado de China.
"Siempre se puede vender el aceite de soja, pero a un precio más bajo. Hay que competir con aceites mas baratos, habría que bajar los precios, en otros destinos más baratos", explicó.
Dudas. El director ejecutivo de la publicación Oil World, Thomas Mielke, dijo ayer que China no puede prescindir del aceite argentino y que la disputa no podría prolongarse demasiado debido a la falta de alternativas para abastecerse. "No creo que China pueda dejar de importar aceite de soja argentino por más de dos meses", señaló Mielke desde Pekín.
Pero en Buenos Aires, un operador de una importante empresa exportadora no fue tan optimista. "El tema se está poniendo más complicado. Todos están tratando de cargar sus ventas de aceite a China desde Brasil y el precio del aceite en Argentina se cayó fuerte. Parece que nadie confía en que este tema esté cerca de resolverse", señaló el operador.
En Argentina operan las principales empresas de agronegocios del mundo, como Cargill, Bunge y Louis Dreyfus, junto a firmas locales como Aceitera General Deheza y Molinos Río de la Plata. Salvo un par de plantas, todas se encuentran en el cordón de 60 kilómetros del río Paraná, que va desde Villa Constitución a Timbúes.
Primarización
El consultor argentino Pablo Adreani, director de Agripac, dijo que las medidas actuales podrían ser la punta de lanza de una decisión que China podría adoptar en el próximo lustro de apoyar a su industria procesadora local. "Están haciendo una especie de ejercicio. Si les va bien, por ahí lo cierran de vuelta en noviembre, diciembre, enero. Después cada vez se cierra más y va a llegar un momento en que China va a decir «no compro más aceite, compro nada más que poroto»", agregó.
Si Argentina dejara de exportar aceite a China durante este año, el gobierno nacional perdería ingresos por 623 millones de dólares en concepto de impuestos a las exportaciones, según estimaciones privadas.
Al Congreso
El ministro Julián Domínguez visita hoy a la comisión de Agricultura de la Cámara baja, ante quienes trazará un panorama de las proyecciones del sector para el 2010. Los legisladores preguntarán al ministro sobre las negociaciones que se llevan adelante con China en torno a la comercialización de aceite de soja, entre otros puntos.
Fuente: La Capital, Cuenca Rural.