LA CADENA GIRASOLERA HIZO UN LLAMADO DESESPERADO AL GOBIERNO PARA SALVAR AL CULTIVO DEL DESASTRE.
"Hay un problema político y por eso hago una invitación a todos los que tengan un contacto o una idea para que nos ayuden", dijo el presidente de Asagir Ricardo Negri.
“Uno de cada dos pesos generados por la cadena de valor del girasol tiene como destino las arcas fiscales (40% derechos de exportación + 60% de otros impuestos) y desde hace dos años esto es así”. Así lo indicó Luciano Cohan de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires.
En la última campaña 2009/10 la generación de valor de la cadena girasolera fue estimada en 693 millones de dólares (M/u$s). Pero, según un trabajo elaborado por la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, si se hubiese eliminado la retención del 32% vigente sobre el aceite de girasol se habría promovido una mayor producción del cultivo y con ella el agregado de valor total habría resultado en 1083 M/u$s.
“El dato es que la eliminación a los derechos de exportación no implicaría para el gobierno (nacional) una disminución de recaudación fiscal, aumentando sus arcas por recaudación de otros impuestos”, sostuvo Cohan durante el 5to. Congreso Anual de Asagir realizado en la ciudad de Buenos Aires (que finalizó ayer miércoles).
La falta de incentivos está destruyendo el cultivo de girasol en la Argentina. La campaña de girasol 2009/10, con una producción estimada por la Bolsa de Cereales de Buenos Aires en 2,15 millones de toneladas, fue la peor de los últimos 22 años (cifra que está muy lejos de las 4,6 millones de toneladas producidas en el ciclo 2007/08)
“Hemos atacado por todos los frentes sobre el tema de retenciones: a nivel Ministerio (de Agricultura) y a nivel legisladores. Hay un problema político y por eso hago una invitación a todos los que tengan un contacto o una idea para que nos ayuden”, dijo durante el Congreso el presidente de Asagir Ricardo Negri.
La visión de la industria no parece ser demasiado alentadora. “Con 32% de retenciones, por más esfuerzo que se haga, será muy difícil. La esperanza quizás pueda provenir desde el mercado de los aceites, sobre todo por biodiesel. De todas formas, el puntapié inicial debería venir del lado del gobierno (nacional), porque es muy difícil convencer a las empresas semilleras de que inviertan y mejoren en tecnología si cada año se compran menos semillas”, indicó Andrés Iolster de Cargill.
Por su parte, Santiago Sánchez de Aceitera General Deheza, dijo que “el gobierno debería concientizar que el consumo interno es de 400.000 toneladas (anuales) y, si sigue cayendo el área, podría peligrar el abastecimiento local. La relación de la industria con el gobierno tampoco es la mejor: se hace lo que se puede”.
Además de la falta de estímulos internos, el aceite de girasol enfrenta serias restricciones de acceso a mercados por cuestiones sanitarias. “Argentina era muy competitivo en el mercado europeo y ahora dejó de serlo por un tema de pesticidas; esta barrera pararancelaria nos alejó del mercado europeo, pero deberíamos poder volver”, señaló Vladimir Barisic de Oleaginosa Moreno. “Hoy no podemos dar precios forward, es muy difícil. Por eso debemos mejorar la calidad de nuestro girasol”, añadió.
La falta de precios de referencia transparentes fue desde siempre una de las principales “barreras internas” que impidieron un crecimiento sostenido del cultivo. “Uno de los problemas del cultivo es que tiene una distribución geográfica que hace que no haya un mercado concentrador, como el de Rosario para soja. Esto resulta exasperante para el productor por la diversidad de precios”, indicó Jorge Domínguez Brando de Molinos Río de la Plata.
“La competencia es feroz porque las fábricas (girasoleras) trabajan al 50% de su capacidad: los costos hoy de transformación llegan en algunas fábricas a los 50 dólares por tonelada”, aseguró Domínguez Brando.
Fuente: Infocampo.