El gobierno amplió a diez años el plazo máximo para ingresar divisas generadas por exportaciones: se necesita una mejora urgente del tipo de cambio real
Las autoridades económicas del gobierno nacional ampliaron a diez años el plazo máximo para que las empresas exportadoras ingresen divisas al sistema financiero local. En los fundamentos de la medida –publicada hoy en el Boletín Oficial– se indica que con la extensión del plazo permitirá “fortalecer la competitividad de las exportaciones argentinas

Las autoridades económicas del gobierno nacional ampliaron a diez años el plazo máximo para que las empresas exportadoras ingresen divisas al sistema financiero local.
En los fundamentos de la medida –publicada hoy en el Boletín Oficial– se indica que con la extensión del plazo permitirá “fortalecer la competitividad de las exportaciones argentinas e incrementar la posibilidad de ganar nuevos clientes y mercados mediante la facilitación del financiamiento de las empresas de nuestro país a sus compradores del exterior”.
A fines de agosto del año pasado el plazo había sido ya extendido de uno a cinco años. Pero ahora se amplió nuevamente con el propósito de evitar que el ingreso de divisas contribuya a promover aún más la apreciación del tipo de cambio real, un factor que, sumado a un elevada presión impositiva y costos internos elevados, resta competitividad a los complejos exportadores argentinos.
El Tipo de Cambio Real Multilateral (TCRM) calculado por el BCRA se encuentra actualmente en 88,7. Se trata de una cifra inferior a la registrada un año atrás (92,4) y similar a la de dos años atrás (89,2). Y bastante lejana a la presente en la misma fecha de 2014, 2013 y 2012 (102, 100 y 109 respectivamente).
Para lograr un TCRM mucho más elevado que el actual –que brinde incentivos suficientes a los exportadores– se requiere incrementar (depreciar) el tipo de cambio nominal o reducir los niveles de inflación (o ambas a la vez).
La competitividad de los sectores exportadores también depende de otros factores tales como la presión impositiva, regulaciones burocráticas, infraestructura, acceso a mercados externos, disponibilidad de oferta de trabajadores capacitados y financiamiento accesible. Pero un TCRM que “premie” a los sectores exportadores es una condición básica para una nación con una matriz agroindustrial exportadora que cuenta con un reducido mercado interno.