En lo que va del año el gobierno macrista subsidió a compañías energéticas con más de 13.700 M/$: tamberos siguen esperando
Contrastes de política económica. La política de ayudas oficiales destinadas al sector privado continúa focalizada en el sector energético: en el primer cuatrimestre de 2017 el gobierno macrista subsidió a compañías productoras de gas natural con 13.776 millones de pesos (M/$).

Contrastes de política económica.
La política de ayudas oficiales destinadas al sector privado continúa focalizada en el sector energético: en el primer cuatrimestre de 2017 el gobierno macrista subsidió a compañías productoras de gas natural con 13.776 millones de pesos (M/$) luego de destinar aportes a ese sector por 43.072 M/$ en el año 2016, según datos oficiales recopilados por la Asociación Argentina de Presupuesto y Administración Financiera Pública (Asap).
Los subsidios se pagaron en el marco del denominado “Plan Gas”, el cual garantiza un “preció sostén” a las compañías productoras de ese recurso energético con el propósito de que la oferta del mismo se incremente para reducir importaciones (que en el último año móvil, correspondiente al período de febrero de 2016 a marzo de 2017, crecieron 12% medidas en volumen).
En el último año móvil la producción de gas natural de la compañía estatal YPF (responsable del 32% de la oferta total) creció 9,5% respecto del período inmediato anterior, mientras que la de Total Austral (27%) subió 6,7%.
Pero la producción de gas de Pan American Energy (controlada por la británica BP, la china CNOOC y la familia argentina Bulgheroni) se mantuvo prácticamente constante. Y la del resto de las empresas descendió (entre las cuales se incluye Tecpetrol de Techint, Petrobras Argentina y Pampa Energía de Marcos Marcelo Mindlin), según datos oficiales recopilados por el Instituto Argentino de Energía “General Mosconi”. En total la producción nacional de gas en el último año móvil fue de 44.889 millones de metros cúbicos, una cifra 3,3% superior a la registrada en el período anterior.
Las autoridades del Ministerio de Energía y Minería de la Nación, por medio de la resolución 46-E/17, extendieron recientemente el subsidio hasta el año 2021. Aunque limitó la aplicación del mismo solamente a los yacimientos no convencionales presentes en la cuenca neuquina.
En los fundamentos de la resolución 46-E/17 se indica que “resulta necesario crear un Programa de Estímulo a las Inversiones en Desarrollos de Producción de Gas Natural proveniente de Reservorios No Convencionales que permita precisar un horizonte de precios previsibles a los efectos de promover el incremento de las inversiones y la producción de hidrocarburos proveniente de reservorios no convencionales”.
El sector productor de leche no tuvo tanta suerte: el año pasado 9560 tamberos recibieron subsidios durante algunos meses por una suma total de 1133 millones de pesos. No se trató de un “precio sostén”, sino del pago de unos centavos por litro adicionales. Este año ese subsidio no se renovó. Tampoco se aplicó ninguna otra ayuda.
A diferencia de lo que ocurrió con la producción de gas natural, la oferta de leche en 2016 fue de 9895 millones de litros, una cifra 12,5% inferior a la de 2015 y la más baja desde el año 2017. En el primer trimestre de este año, según los últimos datos publicados por el Observatorio de la Cadena Láctea Argentina, la producción de leche cayó 14,1% respecto del mismo período de 2016 para ubicarse en 2140 millones de litros.
Desde el año pasado se viene registrando una caída abrupta de la oferta de leche a causa del desastre climático (excesos hídricos) ocurrido en muchas de las principales cuencas tamberas combinado con precios recibidos por la leche que son insuficientes para cubrir los costos de producción de muchas empresas. En ese escenario, además de las reducciones de productividad promovidas por anegamientos e inundaciones (las vacas en tambos pastoriles sufren muchísimo en esas situaciones), en el último año muchos tamberos realizaron reducciones de rodeos, mientras que otros directamente decidieron abandonar la actividad.
El resultado de ese proceso es un crecimiento de la capacidad ociosa promedio de la industria y una suba sideral del precio mayorista y, por extensión, minorista de los principales productos lácteos (que en el último año acumula un promedio de 45,4% versus un 29,1% el conjunto de alimentos y bebidas relevados por el Indec).
Así como buena parte de la “economía regional” de la provincia de Neuquén depende de la producción de gas, lo mismo sucede, en el caso de la lechería, con las cuencas lecheras presentes en Buenos Aires, Santa Fe, Entre Ríos, Córdoba y La Pampa (entre otras zonas tamberas del país).
Fuente: Valor Soja