RECOMIENDAN CAUTELA A LA HORA DE INVERTIR EN LA COMPRA DE INVERNADA.
El martillero riocuartense Daniel Omar Calvo dijo que en ganadería hay una gran incertidumbre y mencionó el caso de un productor que liquidó un plantel de novillos pesados después de 40 años de actividad.
Daniel Omar Calvo, titular de la casa consignataria que lleva su nombre en Río Cuarto, consideró que los ganaderos pasaron de una gran depresión, “sobre todo el año pasado, que fue desastroso, a una euforia total en este momento, con valores insólitos pero que dudamos que se puedan mantener en el tiempo, por más que sabemos que el stock se ha achicado mucho”. Para el martillero, además de la incertidumbre acerca de la continuidad de estos valores de la hacienda gorda, “porque nadie puede hacer futurología, menos en este país y en las condiciones en que estamos”, hay que tener en cuenta que también está muy cara la reposición de invernada.
Dijo además que los frigoríficos exportadores tienen el problema que, lo poco que les dejan vender lo tienen que hacer con precios que hoy son malos comparados con los de campañas anteriores. “El problema financiero que hoy tiene Europa hace que el consumo baje y también lo hacen los precios internacionales”, puntualizó, para agregar que eso también se ve en la Argentina porque con los buenos precios que hay en el mostrador para la carne, una buena parte de los argentinos que no la pueden consumir a esos valores. Al punto que se dice que de 75 Kg que estábamos consumiendo cada habitante por año, ahora estamos en 52 Kg”.
Para Calvo, esta incertidumbre es “todo un tema”. Y por eso advirtió que “habrá que ver muy bien las inversiones que se hagan en cualquier sentido, pero sobre todo en la compra de invernada con los valores que se están manejando ahora, por encima de los 2 dólares el kilo vivo”. Y en referencia a la problemática de la exportación de carne, permanentemente obstaculizada por el Gobierno nacional, con prohibiciones o retaceo de entrega de los ROE Rojo, el consignatario explicó que está costando “muchísimo conseguir novillos pesados, que eran el lujo de esta región, que fue siempre una zona invernadora por excelencia. Están desapareciendo los novillos de 480/500 kilos o más, y ni hablar de los pesados, de hasta 700 kilos, que hacían algunos invernadores, que directamente ya no tienen mercado si no se los deja exportar”.
Hizo mención también al caso de Ovidio Serra, un productor de Huanchilla que hace un mes mandó a faena las dos últimas jaulas de novillos de 700 kilos de peso. “Podemos decir que se fue el último pesado de la invernada porque esos novillos de exportación no se consiguen más”, puntualizó, para agregar que el hombre llevaba más de 40 años haciendo animales pesados pero se cansó renegar con los problemas que hay para exportar y el bajo precio de la hacienda en los últimos años.
Fuente: Cadena 3.