La demanda y el clima en Sudamérica le ganan a la presión de cosecha
En el mercado local se combinaron las alzas de Chicago con la mejora en el tipo de cambio: la soja alcanzó los $4.400 por tonelada y despertó interés en los vendedores. Vivimos durante la semana pasada una nueva suba de los precios de la soja, que fueron acompañados de lejos por el resto de los productos. Este comportamiento no deja de llamar la atención.

En el mercado local se combinaron las alzas de Chicago con la mejora en el tipo de cambio: la soja alcanzó los $4.400 por tonelada y despertó interés en los vendedores.
Vivimos durante la semana pasada una nueva suba de los precios de la soja, que fueron acompañados de lejos por el resto de los productos. Este comportamiento no deja de llamar la atención porque está entrando la campaña nueva norteamericana, y con la cosecha en marcha el foco del mercado debería ser la presión de oferta y la comparación de rindes reales versus esperados.
Sin embargo el mercado se enfocó en otros fundamentos. El primero de ellos y que más ruido está haciendo es la demanda internacional. Esta semana casi todos los días se disparó el sistema de alerta por operaciones importantes de ventas norteamericanas de soja al exterior, y puntualmente el miércoles se reportaron negocios diarios por 1,7 millones de toneladas. En tanto las exportaciones semanales de EE.UU. estuvieron en más de 2,6 millones, superando hasta a los analistas más optimistas que esperaban 1,5 millones. Evidentemente para los compradores tomar soja a estos precios parece ser un buen negocio. Y si es bueno para quien compra, los vendedores deberían esperar por mejores valores.
El otro tema es el clima sudamericano. En el caso de Brasil las condiciones de humedad de los suelos son muy bajas. El tema es que resulta muy temprano como para preocuparse por esto. La campaña de siembra recién se inicia. De hecho hay lluvias pronosticadas para la semana próxima, con lo que el alivio estaría en camino. Lo que debería preocuparnos no es la posibilidad de que no se pueda sembrar, sino de que el ambiente seco persista hasta diciembre/enero cuando lleguen los períodos críticos para este cultivo. Otra cuestión que podría tener impacto es que si se siembra tarde en Brasil, la cosecha también se demoraría, y finalmente EE.UU. gozaría de mayor espacio temporal para colocar exportaciones sin la competencia de Brasil.
Por el lado de Argentina el temor pasa por los excesos de humedad. Como el clima ha sido más seco en la última semana, el problema de anegamiento se ha reducido. De todas formas persiste en las zonas críticas, mientras que las napas que están muy altas, y generan también preocupación. Pero este problema tiene para el trigo impacto fuerte, para el girasol y maíz que están en proceso de siembra en Buenos Aires menor, porque hay tiempo, y para la soja cuya implantación está más de un mes por delante, la preocupación debería ser menor.
Sin embargo el mercado subió y técnicamente con la fuerte suba del viernes dio señales importantes, que no descartamos nos lleven a nuevas subas esta semana.
Por el lado del maíz el mercado está más pesado, pero sigue de cerca lo que pasa en soja y se contagia con la suba.
En el mercado local en tanto las alzas de Chicago se combinaron con mejora en el tipo de cambio y llevaron a precios de soja de $4.400 que despertaron el interés de los vendedores. Pero más interesante fue el valor de u$s265 para mayo 2018.
Por su parte el maíz disponible sigue muy castigado, pero si resulta interesante los valores que se ofrecen para diciembre. Especialmente porque también se ofrece la posibilidad de cobrar ahora.
También el trigo local posición diciembre/enero fue mejorando y superó los u$s165, con premios de unos u$s20 por tonelada para entrega julio. Estos valores son muy interesantes, pero como ya se ha vendido mucho, se recomienda prudencia al comprometer volúmenes más altos.
* Del Centro de Agronegocios y Alimentos de la Universidad Austral.
Fuente: Ambito Financiero