EL AÑO PRÓXIMO HABRÁ MENOS FAENA
Como acumulado anual, la faena de vacas será más baja, y la de novillos debería comenzar a reflejar la caída experimentada en el destete en el otoño del 2010.
¿Puede la faena de 2011 ser más baja que la del año que está terminando? Todo indica que sí.
Como acumulado anual, la faena de vacas será más baja, y la de novillos debería comenzar a reflejar la caída experimentada en el destete en el otoño del 2010. En cuanto a la faena de terneras y vaquillonas, es improbable que caiga aun más: a esta altura la retención de estas dos categorías, protagonizada casi en un 100 por ciento, por los productores que salvaron una porción importante de su rodeo de cría, es muy fuerte.
En encuestas que se hacen en reuniones de criadores, se verifica que la inmensa mayoría de ellos está vendiendo los terneros machos y está guardando casi toda la ternera que puede. En muchos establecimientos inclusive, se están guardando todas las terneras.
Muy provisoriamente puede estimarse que la faena -que fue de 16,1 millones de cabezas en el 2009 y que este año sería de 11,7 millones- podría caer en el año próximo a 10,8 millones de cabezas.
A la industria y a los operadores de la carne en general, les causa pavura pensar que la faena de noviembre, 900 mil cabezas (37 por ciento menos con respecto a igual mes del año pasado) pueda ser la media mensual de 2011.
En cuanto a la producción de carne, que fue de 3,4 millones de toneladas el año pasado y del orden de las 2,60 millones de toneladas este año, la tendencia sería levemente diferente. Como consecuencia del aumento en el peso medio por animal, que podría llegar a los 228-230 kilos en gancho el año próximo, la producción de carne caería menos que la faena, y podría lograr los 2,45 millones de toneladas, que con exportaciones de sólo 300 mil toneladas, permitiría un consumo no mayor a 54-55 kilos.
Es poco probable que volvamos a consumir 70 kilos como promedio anual por una década. Es probable que deberán pasar al menos cinco años para recuperar una ingesta de 60 kilos per cápita. Y todo renunciando al mercado internacional.
Las exportaciones de octubre se habrían reducido a menos de 20 mil toneladas (res con hueso).
Se exporta menos porque el Gobierno retacea los ROE, porque hay un fuerte faltante de novillos y vacas; pero fundamentalmente, porque los precios no dan para vender al exterior: es más conveniente (se minimizan pérdidas) vender al mercado doméstico argentino, que paga mejor en dólares que la mayoría de los destinos tradicionales, salvo la Hilton a Israel y algún otro mercado.
Para el caso de mercados de volumen, no somos competitivos en relación a Uruguay o Paraguay. Complica el panorama la caída del euro y el avance de la crisis económica europea, que ha reducido la demanda por cortes enfriados; el R&L Hilton ha caído a 16 mil dólares por tonelada, con pocas operaciones.
En Brasil, después de un importante raid alcista, las cotizaciones del ganado y de la carne cayó en las últimas semanas, básicamente por la resistencia del mercado interno a pagar valores mayoristas y al mostrador que resultaban entre 15 y 20 por ciento más altos que los que se registran en Estados Unidos.
En muchos países está más álgida que nunca la polémica, sobre si se debe seguir permitiendo la exportación de ganado en pie.
En los últimos 10 años, se han perfeccionado las técnicas para trasladar ganado vivo por barco a largas distancias. El país pionero ha sido Australia, que exporta grandes cantidades de ganado: 637 mil cabezas en lo que va del año, principalmente a Indonesia, Libia, Israel, China y Egipto.
Fuente: Ignacio Iriarte, La Voz del Interior; Cuenca Rural.