HAY MÁS LECHE Y NO ENCUENTRA SALIDA
En el eslabón de la producción, la mayor oferta de leche ha generado una caída en el precio que reciben los productores.
Rodeos de vacas lecheras bien alimentadas, buena disponibilidad en cantidad y calidad de reservas forrajeras, un otoño benigno y precios que, en general, acompañaron fueron algunos de los factores que hicieron que la producción de leche argentina tenga este año un valor récord. Los 10.300 millones de litros producidos el año pasado, crecerán este año entre un 12 y un 14 por ciento, según anticipan datos de la industria.
Sin embargo, la abundancia de materia prima ha vuelto a poner al desnudo algunas falencias de la cadena láctea. En el eslabón de la producción, la mayor oferta de leche ha generado una caída en el precio que reciben los productores; y por el lado de la industria, la necesidad de colocar el excedente de producción en el mercado externo se dio de bruces con la falta de capacidad instalada para poder hacerlo.
"El problema en Argentina está en la limitación de secado de leche por falta de inversión en el sector", advierte Néstor Roulet, presidente de la Confederación de Asociaciones Rurales de la Tercera Zona (Cartez). Para el dirigente, la falta de inversión está asociada, entre otras cuestiones, al esquema de exportaciones implementado por el Gobierno nacional, entrega de registro de operación de exportación (ROE), que le quita previsibilidad al negocio.
Faltó incentivo. Entre 2007 y 2008, el Gobierno puso en marcha un sistema de precio de corte para el valor de exportación de la leche en polvo. El mecanismo preveía que la diferencia entre el valor de referencia en el mercado internacional y el precio de exportación FOB se destinaría a un fondo compensador que se redistribuiría entre los productores lecheros. Sin embargo, el fondo no sólo no se distribuyó en su totalidad, sino que también le quitó incentivo a la industria para invertir en más capacidad de producción.
Hoy, las empresas de mayor envergadura y con una trayectoria de exportación consolidada son las que hacen el esfuerzo para descomprimir el mercado interno.
En la actualidad, con un precio internacional para la leche en polvo que ronda los 3.500 dólares la tonelada, una cotización que las empresas exportadoras consideran rentable, la demanda se muestra activa. Pero Argentina no está en condiciones de afrontar mayor demanda.
"Si bien hay un déficit en la capacidad de secado para producir leche en polvo, hay empresas que están utilizando esas instalaciones para secar suero de la industria quesera", aseguran voceros de la actividad. Sucede que este insumo derivado de la industria quesera, que en su momento se desechaba, ahora tiene valor comercial en el mercado internacional.
Según un informe elaborado por Roulet, el saldo a exportar en el último cuatrimestre del año llegaría a 1.389 millones de litros de leche.
"Si se restan los 950 millones de litros con posibilidades de ser exportados como leche en polvo, se obtiene un saldo de 439 millones de litros que deben ser enviados como otros productos lácteos, una alternativa totalmente inviable", asegura el dirigente agropecuario.
Más quejas de Brasil
Fabricantes de calzado. Ayer se reavivaron las quejas brasileñas por trabas comerciales argentinas. La Asociación de Fabricantes Brasileños de Calzados (Abicalzados) afirmó que "cerca de cuatro millones de pares de calzado están parados en depósitos porque las fábricas no consiguen licencias para exportar la mercadería a la Argentina".
Acusación. Según los industriales, el gobierno argentino frenó las exportaciones en la frontera "para favorecer a las empresas argentinas y ganar apoyo en la elección presidencial". Abicalzados estimó el perjuicio en 100 millones de dólares.
Fuente: La Voz Del Interior, Cuenca Rural.