El grupo de los intendentes
En el congreso de CREA se analizó la experiencia de los grupos G8, de los que forman parte intendentes de ciudades como Santa Fe, San Francisco y 25 de mayo, entre otras, y que utilizan el método de los grupos CREA para la creación de políticas públicas.
Las diferencias no pueden ser un límite para hacer las cosas mejor, codo a codo, en el desafío que supone construir un país mejor, desde el diálogo y la colaboración. Prueba de ello son los grupos G8 conformados por la Asociación de Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola (AACREA) con intendentes que tienen en apariencia poco en común. Algunos son jefes de grandes urbes, otros de pequeños poblados. Pertenecen a distintas regiones y partidos políticos, pero supieron pasar de la desconfianza inicial a tratarse como buenos vecinos de un país mejor.
Delfina Irazusta es la coordinadora del G8 y contó que por esa mezcla de circunstancias y oportunidades que da vivir en el interior del país, pudo acercarse al método CREA desde chica. Su primera experiencia profesional fue realizar cursos de capacitación para funcionarios municipales.
Allí se dio cuenta que el futuro del país pasa por el desarrollo de los pueblos del interior y que para mejorar la calidad de vida en la Nación, hay que hacer más atractivos los pueblos y ciudades en cada provincia. El 40% de los argentinos vive en el 0,14% del territorio. Hay una enorme extensión de tierra esperando con nuevas oportunidades.
En el XX Congreso CREA, que se realizó la semana pasada en Córdoba, la entidad reunió a algunos de los intendentes que trabajan con su metodología para lograr mejoras en sus municipios o comunas.
La mesa fue una de las más animadas y contó con la conducción del notero de CQC Gonzalo Rodríguez, quien no perdió la oportunidad para bromear con los jefes comunales y recordar sus intervenciones televisivas en las que supo poner en apuro a más de un intendente. Pero no fue este el caso, donde la camaradería y el buen humor predominaron a cada instante.
Pero no todo fue tan fácil y alegre desde el principio. Victoria Borrego, intendenta de la localidad de 25 de Mayo (Buenos Aires), admitió que en los primeros encuentros se miraban "de reojo", pero luego adquirieron la confianza para trabajar. "No nos escondemos las cosas, tratamos de brindar todo. Sé que si tengo un problema, otro me dará la mejor solución que tenga", contó.
Martín Llaryora, intendente de San Francisco (Córdoba), coincidió en que lo más difícil, en la primera reunión, fue el desconocimiento mutuo. "Contar los problemas llevó a distendernos y nos vino muy bien. Cada intendente debe usar mucha imaginación para resolver sus problemas porque siempre le faltan recursos. Contarnos lo que hacemos bien y lo que no, y reflexionar más allá de cada partido, ya que tenemos problemas parecidos, construyó un espacio que funciona y que permitiría cambiar muchas cosas en la Argentina", aseguró.
Sergio Buil es intendente de Rivadavia (Buenos Aires) y contó que lo principal del proceso es cuando surgen las críticas de parte de los colegas. "Ahí empieza a haber calores de vergüenza y bronca. Me pasó con una política que tenía previsto implementar. Me quedé toda la noche pensando. Al otro día hicimos una reunión de gabinete y cambiamos todo. Esto es una construcción política diferente, que visualiza una posibilidad cierta: construir política desde el diálogo. Nos damos cuenta que lo que nos pasa, le pasa a otros intendentes", reconoció.
El primero grupo CREA de intendentes comenzó a funcionar en agosto de 2012 y actualmente son dos los grupos de ocho. Se reúnen una vez por mes en cada ciudad y tratan problemas comunes y específicos de cada lugar. Exponen situaciones y se hacen devoluciones. Operan coordinados por el Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (Cippec) y la Red de Acción Política (RAP).
Empezar a tomar contacto con los grupos CREA les abrió a los intendentes otra perspectiva con respecto al sector rural. José Manuel Corral, intendente de Santa Fe, contó que a partir de esta experiencia descubrió el desarrollo del campo en el país, explicado en parte por la metodología de compartir el conocimiento.
Borrego destacó que a pesar de vivir en una localidad del interior, también les llegó la antítesis campo-ciudad. Pidió a las entidades agropecuarias que vean en el intendente a alguien que los puede comprender y que también necesita que lo acompañen cuando tiene que plantarse ante otros estamentos para reclamar. "No trabajar con el campo o la ciudad. Generar la empatía", propuso.
Llaryora coincidió al plantear que cada municipio debe tener un compromiso de gestión con el campo. "Cuando le va mal al campo, se nota. Hay empresas que cierran. Debemos dar condiciones para que el sector siga creciendo y ponernos de acuerdo para no perder oportunidades".
Buil agregó que debe plantearse una estrategia para que toda la sociedad pueda visualizar el potencial del sector en el sostenimiento de la economía.
El intendente de Santa Fe pidió pensar en quién es el actor para el país soñado y remarcó que al intendente "le piden de todo". Es la primera cara en la agenda de la gente que busca soluciones y por eso necesitan de mucha ayuda. "Los municipios manejamos el 8% del total de los recursos del Estado. Tener gente que te quiere ayudar y compartir ideas, es una experiencia asombrosa y tiene el valor extraordinario de poder hacernos amigos", concluyó.
Fuente: Andrés Ferreras, Clarín | Cuenca Rural.